Todos hemos visto o leído noticias trágicas sobre un niño asesinado por este o aquel medio, o que está muriendo de una enfermedad terminal como cáncer o leucemia. De alguna manera, la muerte parece peor cuando se trata de un niño o joven que tenía todas sus esperanzas y sueños por delante. Pero la muerte de algún ser querido, ya sea joven o viejo, es emocionalmente doloroso.