Para hacer una búsqueda avanzada (buscar términos específicos), escriba juntamente los criterios de interés como se muestra en los siguientes ejemplos:
Todos hemos oído las disculpas públicas de representantes de compañías, deportistas, políticos, estrellas de cine o celebridades. Por lo general, podemos decir si lo dicen de verdad o si sólo están leyendo un guión cuidadosamente redactado. Cuando hemos sido tratados injustamente, esperamos una disculpa. Pero puede ser difícil para nosotros pedir disculpas cuando hemos tratado mal a alguien. ¿Por qué es tan importante pedir disculpas en las relaciones humanas?
El viejo dicho de que "una disculpa obra milagros" significa que es eficaz y produce un resultado positivo. Cuando una compañía se disculpa por la venta de un producto defectuoso o que no da la medida del servicio prometido, usualmente gana de nuevo la confianza del cliente. La disculpa puede requerir la corrección del problema mediante la reparación del producto defectuoso u otro tipo de restitución. Cuando un amigo o miembro de la familia ha dicho palabras hirientes o nos ha agraviado, una disculpa sincera por lo general gana nuestro respeto y perdón.
Disculparse puede ser una cosa difícil de llevar a cabo. Nuestra naturaleza humana lucha contra la admisión de que hemos hecho algo mal. Las emociones y el orgullo pueden ponerse en el camino. A veces una persona teme que al disculparse muestre debilidad o que traiga una consecuencia si se reconoce la ofensa.
Una disculpa debe admitir que se cometió un error y hay que expresar que lo siente. Es una solución importante para sanar una relación dañada. Una disculpa le dice a la persona ofendida que la relación con ella es importante. Una disculpa ayuda a resolver disputas y conflictos.
Una disculpa tiene una serie de efectos positivos para ambas partes. No borra las acciones pasadas o el daño causado, pero puede borrar los efectos negativos de esas acciones. Una disculpa sincera alivia la herida liberando las emociones, la ira, el resentimiento y la amargura. Permite que comience la reparación de la relación.
Al disculparnos, nos hacemos humildes y somos capaces de expresar la culpa de nuestra mala acción y el daño que le hemos causado a alguien. Esto restaura nuestra autoestima porque hemos asumido la responsabilidad de nuestras acciones. Recuperamos el amor, el respeto y la intimidad que teníamos previamente con la persona herida por nuestras acciones anteriores, especialmente con nuestra pareja.
La Biblia es el mejor recurso en cuanto a instrucción para las relaciones humanas. Nuestro Creador nos dice cómo amar a nuestros semejantes. Sabiendo que cometeríamos muchos errores en este proceso de aprendizaje que llamamos nuestra vida, Él proporcionó instrucciones en el Sermón del Monte (Mateo 5-7). Por ejemplo, Cristo nos da lo que se llama "La Regla de Oro" – hacer a los demás lo que nos gustaría que ellos nos hicieran a nosotros. Esperamos una disculpa, por lo que debemos dar una disculpa. El ejemplo, o la oración del Señor, nos enseña a pedir perdón y perdonar a los demás. Cristo habla acerca de reconciliarnos con el hermano que tiene "algo en contra de" nosotros. Nos advierte que los problemas no resueltos pueden convertirse en algo peor y nos aconseja llegar a un acuerdo antes de que termine en una corte costosa con resultados no deseados. El apóstol Pablo, en 1 Corintios 6, sugiere resolver quejas llevando la cuestión a aquellos que tienen la capacidad de juzgar con justicia, es decir, de acuerdo con la justa ley de Dios. Esto es mejor que presentar una disputa a los tribunales seculares que rechazan la ley de Dios.
Es mucho mejor decir simplemente: "Lo siento. Me disculpo." Y, dependiendo de las circunstancias, debemos ofrecer la restitución apropiada para reparar cualquier daño causado. La restitución puede ser el arreglo o la sustitución de algo que se haya roto o que esté defectuoso, o dar una compensación por los daños y perjuicios.
Si necesita disculparse, es posible que desee pedir ayuda a Dios para tener el enfoque correcto. Para acceder a algunos de los artículos que tratan este principio fundamental, lea "Oración, ¡remedio infalible!" y "Cinco claves para éxito en el matrimonio."