El Papa hace una visita histórica a Inglaterra

En septiembre del 2010, Benedicto XVI hizo la primera visita oficial a Inglaterra de un papa católico desde la Reforma Protestante.

Aunque los ateos amenazaron con arrestarlo por encubrir las actividades de sacerdotes pedófilos, el Papa se disculpó por el escándalo, se reunió con la Reina, y se dirigió a una asamblea de políticos británicos como "el sucesor de Pedro" y representante de "la fe católica que nos viene de los apóstoles" (Telegraph, 18 de septiembre).

En un gesto de unidad, Benedicto XVI oró junto con el jefe de la Iglesia Anglicana, Rowan Williams, arzobispo de Canterbury. Durante la visita el Papa advirtió sobre la creciente marginalización del cristianismo en las sociedades modernas y exhortó a los anglicanos y a los católicos romanos a afrontar el desafío del secularismo agresivo superando sus diferencias y luchando juntos contra este enemigo común.

Después de beatificar al cardenal Henry Newman, un sacerdote anglicano que se convirtió al catolicismo romano, el Papa aprovechó su discurso final para exhortar a una "restauración de plena comunión" entre las dos iglesias que se separaron hace casi 500 años.

Este propósito ecuménico por parte de la "Iglesia madre" para recuperar a sus "hijas" separadas fue predicho desde hace mucho tiempo en las Sagradas Escrituras (Is. 47:1-8).