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Hoy en día es común creer que vivir juntos antes del matrimonio aumenta la probabilidad de éxito en un futuro matrimonio. En los Estados Unidos, "la mayoría de los adultos entre los 20 años vivirán con una pareja al menos una vez, y más de la mitad de los matrimonios estarán precedidos por la convivencia".
Sin embargo, ¡investigaciones científicas apuntan justo a lo contrario! Los estudios demuestran: "Las parejas que conviven antes del matrimonio (especialmente antes del compromiso) tienden a estar menos satisfechas con su matrimonio y es más probable que se divorcien, que las parejas que no conviven antes del matrimonio. Estos resultados negativos se conocen como el efecto de la convivencia". Una de las razones del fracaso de la convivencia es que los "estándares" que las personas suelen buscar en sus parejas son mucho más bajos que los que buscarían en un futuro cónyuge (New York Times, 14 de abril del 2012). À la luz de las investigaciones modernas, el mandamiento bíblico que prohíbe el adulterio (relaciones sexuales extramatrimoniales—Éxodo 20:14) y la condena en el Nuevo Testamento de la fornicación (relaciones sexuales antes del matrimonio—1 Corintios 6:18) son mucho más significativos. Mientras que la opinión popular tiende a ver estas instrucciones bíblicas como anticuadas y restrictivas, el Dios de la Biblia dice que seguir estas instrucciones traerá bendiciones (ver Deuteronomio 28:1-14). Dios sabía que convivir antes del matrimonio traería problemas y angustias, y es por eso que inspiró instrucciones en contra.—Scott Winnail