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Los musulmanes han establecido "microestados" en partes de ciudades europeas donde a quienes no son musulmanes se les advierte de entrar y que la ley sharia prevalece.
En esos barrios en Inglaterra, Francia, Bélgica, Holanda, Alemania y Suecia; hay acoso a los negocios y residentes, la policía y los bomberos son apedreados y en las calles hay trincheras para impedir la entrada. Un cartel en Londres del Este dice: "Usted está entrando en zona controlada por la sharia: aquí la ley islámica debe ser observada". Los países europeos efectivamente han perdido el control en esos lugares y a menudo no pueden proveer los servicios públicos básicos. Estas zonas "prohibidas", "son subproducto de decenios de políticas multiculturales que han animado a los inmigrantes musulmanes a crear sociedades paralelas y mantenerse segregadas en lugar de integrarse a las naciones que les acogen" (Gatestone Institute, 22 de agosto). El control en partes de ciudades europeas tomado por los musulmanes se ha descrito como una "ocupación sin tanques ni soldados" (ibídem). Lo que presenciamos hoy en Europa no es más que el último capítulo en los esfuerzos que por siglos han llevado a cabo las fuerzas islámicas para tener el control de Europa y finalmente del mundo. Las profecías bíblicas han anunciado una lucha en el tiempo del fin entre el Rey del Sur (fuerzas musulmanas del Oriente Medio) y el Rey del Norte (el poder de la bestia europea, ver Dn. 11:40-44). Moisés advirtió que debido a los pecados de los pueblos, "el extranjero que estará en medio de ti se elevará sobre ti muy alto, y tú descenderás muy abajo" (Dt. 28:43), lo que ya estamos viendo.