Necesidad de curación

La isla indonesia de Bali es conocida como un paraíso tropical. Pero no muy lejos de las playas, están los enfermos mentales encadenados o encerrados en pequeñas chozas.

"Se acurrucan junto a los árboles o tendidos en el suelo en las chozas y son abusados y a veces olvidados. Porque sus familiares se cansan del cuidado que requieren, ya que el sistema de salud no funciona y porque la locura es vista como un castigo de los dioses; en Bali las personas con enfermedades mentales viven como perros encadenados. Hay 350 de esos casos en Bali y hasta 40.000 en toda Indonesia" (Der Spiegel, 10 de mayo). Lamentablemente, en los países en desarrollo, "el 85 % de los pacientes con trastornos mentales no reciben tratamiento" (ibídem). La mayoría de los residentes en Bali son hindúes y "creen que la enfermedad mental es causada por espíritus malignos o por una maldición impuesta por sus antepasados" (ibídem). Por milenios, las culturas paganas han sufrido los efectos del pecado y la tiniebla espiritual (Dt. 12:31). Sin embargo, la Biblia nos exhorta a alejarnos de los dioses falsos y buscar al Dios verdadero que predice el futuro (Is. 44: 6-11), "sana" todas nuestras enfermedades (Sal. 103:3) y cuyas leyes previenen las enfermedades cuando las obedecemos (Éx. 15:26). La Biblia claramente revela que Jesucristo, el Dios del Antiguo Testamento (1 Co. 10:4), sanó a muchos enfermos mentales y poseídos por demonios (Mt. 4:24; Lc. 8:26-39). ¡Esperamos la venida del Reino de Dios, cuando la gente que sufre en Bali será sanada, y finalmente toda la humanidad!