¿Una monarquía alemana?

"Los alemanes podrían no saberlo, pero necesitan desesperadamente la orientación moral de una familia real restaurada", dice "el tataranieto del último Kaiser, el príncipe Felipe Kiril de Prusia" (The Local, 6 de junio del 2013).

El príncipe Felipe, que es un vicario protestante, "considera que una familia real con derecho divino otorgado por Dios podría ofrecer a Alemania lo que le hace falta". El príncipe comentó: "‘Creo que los jóvenes alemanes buscan un modelo a seguir… Cuando un líder responde a sí mismo y no a Dios, un país liderado por ateos termina en desastre. Miren a Hitler, Pol Pot y Stalin’… La religión, ‘amansa el egoísmo natural presente en todos nosotros’" (ibídem.) Una reciente encuesta de noticias informó que un tercio de los alemanes entre las edades de18 a 24 años desea otro Kaiser (ibídem.). Curiosamente, Alemania pronto comenzará la reconstrucción del Palacio de Berlín, antiguo hogar de los monarcas alemanes (Deutsche Welle, 12 de junio del 2013). Durante mucho tiempo la Iglesia Católica Romana ha exhortado a Europa a regresar a la religión. En una conferencia del Vaticano en el 2010, el cardenal alemán Walter Kasper instó: "Si Europa quiere tener nuevamente un futuro, debe primeramente renovar sus raíces cristianas" (Catholic News Agency, 20 de mayo del 2010). Recientemente el papa Francisco pidió "unir la enseñanza de la iglesia con el desarrollo socio-económico" a escala mundial (AsiaNews.it, 25 de mayo del 2013). La profecía bíblica revela que la "bestia" europea estará respaldada por una iglesia influyente (ver Apocalipsis 13 y 17). Las monarquías están profundamente arraigadas en Europa y no se olvidan tan fácilmente. Será interesante velar y ver si Dios permite otra vez que un monarca alemán dirija una corta vida de un "nuevo orden mundial". Para más información, lea nuestro artículo, "Profecía bíblica y el sueño europeo".