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"ALARMANTE número de mujeres embarazadas están poniendo a sus bebés en grave riesgo de nacer con envenenamiento por alcohol.
Impactantes estadísticas han descubierto en los últimos dos años un aumento de casi 50 por ciento en el síndrome de alcoholismo fetal (SAF), con más de 300 niños afectados significativamente el año pasado" (Sunday Express, 9 de febrero del 2014). "El psiquiatra doctor Raja Mukherjee, especialista mundial en daño fetal por el alcohol, estima que el tres por ciento de la población está afectada. Él dijo: ‘Si hay informes oficiales de 300 casos de SAF, entonces, en realidad, quizás hay 3.000 casos en el más amplio espectro. Estas últimas cifras muestran solo la punta del iceberg’" (ibídem). Los bebés sufren de este síndrome debido a que sus madres frecuentemente estuvieron borrachas durante el embarazo. Está profetizado que en el tiempo del fin la sociedad será "sin afecto natural" (Romanos 1:31) y "amadores de los deleites" (2 Timoteo 3:4), en lugar de amar a los demás. La Biblia condena este tipo de comportamiento y Dios advierte: "¡Ay del que da de beber a su prójimo!" (Habacuc 2:15); "¡Ay de los que se levantan de mañana para seguir la embriaguez; que se están hasta la noche, hasta que el vino los enciende!" (Isaías 5:11); y "¡Ay de la corona de arrogancia de los ebrios de Efraín, y de la flor marchita de su gloriosa hermosura… de los vencidos por el vino!" (Isaías 28: 1, LBLA). ¡Aunque el consumo de alcohol no es un pecado, la embriaguez lo es (1 Corintios 6:10), ya que puede destruir las vidas! Para más información sobre el futuro de Gran Bretaña y Estados Unidos conforme continúen rechazando los caminos de Dios, lea nuestro artículo, "¡Olvido, desobediencia y caída repentina!"