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Recientemente, el Papa romano celebró la Fiesta de Nuestra Señora de los Dolores y observó: "Estas dos mujeres, María y la Iglesia [la Iglesia Católica], llevan adelante la esperanza que es Cristo, nos dan a Cristo, generan a Cristo en nosotros. Sin María, no habría existido Jesucristo; sin la Iglesia, no podemos seguir adelante.
Hoy nosotros podemos seguir adelante con una esperanza: la esperanza que nos da nuestra Madre María, firme ante la Cruz, y nuestra Santa Madre, la Iglesia jerárquica" (Vatican Radio, 15 de septiembre del 2014). Durante siglos los papas católicos han sido conocidos por su "mariología", resultando en la veneración y la deificación virtual de la madre de Jesús, María. María fue "bendecida" entre las mujeres, se le concedió el privilegio de llevar en su vientre y criar al Hijo de Dios (Lucas 1:42), ¡pero en ninguna parte se nos ordena adorar a cualquier persona, inclusive a María! La Biblia dice que solo Cristo es santo (Apocalipsis 15:4), y digno de ser adorado. No es "por medio de María" que venimos a Cristo, es por medio de un llamado de Dios que somos traídos a Cristo (Juan 6:44). Y es por medio de Cristo que tenemos acceso al Padre (Efesios 2:18). La Biblia también dice que Jesucristo es el único Mediador entre Dios y el hombre (1 Timoteo 2:5). Nunca debemos permitir que los seres humanos, sin importar cuán excelentes sean sus ejemplos, sean venerados o colocados al mismo nivel que Cristo o el Padre. Para más información sobre este tema vea nuestro programa de televisión "¿Quién es Jesucristo?"