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"La sequía histórica de California parece estar acompañada de períodos de sequía severos en otros tres continentes. Brasil, Corea del Norte y Sudáfrica se llevan la peor parte de la precipitación más baja de lo normal, causando estragos en millones de las vidas y los medios de subsistencia de las personas" (USA Today, 27 de julio del 2015).
En Corea del Norte: "El país dijo que está pasando por la peor sequía en siglos, y la ONU está advirtiendo sobre una hambruna masiva ya que muchas de las zonas afectadas por las condiciones de la sequia producen cultivos de alimentos básicos" (ibídem). En Sudáfrica, uno de los principales exportadores de elote [maíz], se espera que la sequía cause "una escasez significativa de suministro de alimentos en los próximos meses", tanto dentro como fuera del país (ibídem). Junto con la sequía, el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático de la ONU pronostica una precipitación más extrema ("tanto más como menos") en el futuro (ibídem). Desde hace mucho tiempo las profecías bíblicas han advertido que debido a la desobediencia a sus leyes (tanto físicas como espirituales), Dios haría "llover sobre una ciudad, y sobre otra ciudad no", implicando que tanto las sequías como las inundaciones serán señales del fin de esta era (Amós 4:7). Aunque esta profecía es para las naciones de descendencia israelita, este tipo de clima extremo está ocurriendo a nivel mundial. Es aleccionador ver que los pronósticos modernos son consistentes con las profecías bíblicas. Para más información sobre los fenómenos meteorológicos de los postreros días, vea "Dios controla el tiempo".