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En una reciente encuesta realizada a más de 4.000 británicos, la Iglesia de Inglaterra y otras dos organizaciones religiosas vinieron a entender mejor el declive de la fe de la nación. "Las cifras encontraron que mientras el 57% clasifica como cristianos, menos del 10% lee la Biblia y ora con regularidad, o va a la iglesia al menos una vez al mes" (BBC, 31 de octubre del 2015).
Además, "cuatro de cada 10 no creen que Jesús fue una persona real, con una cuarta parte de 18 a 34 años que cree que era un personaje mítico o de ficción" (ibídem). La Biblia revela que cuando las antiguas naciones de Israel y Judá se apartaron de Dios, rechazaron sus leyes, despreciaron a sus profetas y se fueron en busca de dioses extranjeros, fueron llevados en cautiverio cumpliendo así las antiguas profecías (Deuteronomio 28:15-51). Muchos en la actualidad no se dan cuenta que estas antiguas profecías son duales y también se aplican a las naciones israelitas modernas. El profeta Ezequiel, cuando escribió casi cien años después de la cautividad de Israel, habló sobre un tiempo futuro cuando las naciones israelitas nuevamente serían llevadas en cautiverio: "Por haberos multiplicado más que las naciones que están alrededor de vosotros… He aquí yo estoy contra ti; sí, yo, y haré juicios en medio de ti… Y haré en ti lo que nunca hice… esparciré a todos los vientos todo lo que quedare de ti" (Ezequiel 5:7-10; vea también Oseas 8:11-14). À menos que las naciones israelitas modernas se arrepientan y se vuelvan a Dios, van a cosechar las consecuencias de despreciar al Dios que los bendijo abundantemente (Jeremías 2:17-19; Oseas 4:6-9). Para más información sobre el futuro de las naciones israelitas, lea Estados Unidos y Gran Bretaña en profecía.