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Una nueva investigación de ADN irlandesa muestra que hace más de 4.000 años, los antepasados de los irlandeses vinieron del Oriente Medio a través de España. También vinieron de Rusia y Ucrania (BBC, 28 de diciembre del 2015).
"Los antepasados de los agricultores de la edad de piedra comenzaron su viaje en las tierras bíblicas, donde primero comenzó la agricultura, y llegaron a Irlanda tal vez a través del sur del Mediterráneo… Estos colonos fueron seguidos por personas, inicialmente de la estepa póntica del sur de Rusia, que sabían cómo extraer el cobre y trabajar con el oro, y que tenían una variante genética de una enfermedad de la sangre llamada hemocromatosis, una enfermedad genética hereditaria tan común en Irlanda, que a veces se llama la enfermedad celta. Estas personas también trajeron con ellos la variación hereditaria que codifica la tolerancia a la lactosa en la madurez" (The Guardian, 28 de diciembre del 2015). La Biblia, tradiciones orales y fuentes históricas indican que las tribus israelitas emigraron de estas mismas regiones y por las mismas rutas en una fecha posterior. La misión del apóstol Pablo para llegar a los israelitas (Hechos 9:15) lo llevó a España (Romanos 15:24-28) y Gran Bretaña; Pedro envió cartas a los israelitas en el Asia Menor/Turquía (1 Pedro 1:1); y Andrés fue a Escitia, de donde los escoceses afirman que provienen. Las leyendas irlandesas afirman que sus antepasados vinieron del Mediterráneo oriental. La reciente investigación genética arroja interesante luz sobre los orígenes de las personas en las islas occidentales. Para más información sobre este fascinante tema, lea Estados Unidos y Gran Bretaña en profecía.