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Un reciente estudio dirigido por el profesor Jean M. Twenge, autor de Generation Me, observó los cambios en las creencias y las prácticas religiosas de cerca de 60.000 personas entre 1972 y 2014.
"Los resultados del nuevo estudio son sorprendentes, concluyen que los estadounidenses oraban cinco veces más a principios de 1980 que en el 2014, mientras que casi el doble de los americanos creían en Dios en la década de 1980, que … en la actualidad" (Meta Science News, 21 de marzo del 2016). "La disminución general ha sido provocada por los cambios demográficos, y es más notable entre la población de 18 a 29 años, que son menos propensos a tener ningún vínculo religioso. De hecho, muy pocos milenarios tienen una afiliación religiosa, asisten regularmente a la iglesia, o creen en Dios, lo que hace que esta generación sea contendiente al título de la generación menos religiosa en la historia de Estados Unidos" (ibídem). Desde hace tiempo la Biblia ha advertido que el apartarse de Dios trae consecuencias graves (ver Deuteronomio 8:10-20). Mientras que los críticos intelectuales indican que no hay Dios, la Biblia dice que solo el "necio" dice "no hay Dios" (Salmos 14:1). El apóstol Pablo vio esta misma tendencia en la antigua Roma antes de que cayera, cuando describió una sociedad que "cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador" (Romanos 1:25), y "profesando ser sabios, se hicieron necios" (v. 22). Tristemente, nuestras sociedades modernas están marchando por este mismo trágico camino. Para más información sobre este tema, lean El Dios verdadero.