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Es asombroso ver lo cuidadosas que son las personas cuando van a comprar una casa, si lo comparamos con el cuidado para decidir a qué iglesia pertenecer. La casa posiblemente les sirva solamente unos años, pero el comprometerse con la religión verdadera de Dios determinará su vida por toda la eternidad.
¿De dónde recibió usted sus convicciones religiosas? ¿Cómo llegó a creer las cosas que cree? ¿Encontró sus conceptos religiosos en la Biblia? ¿O los recibió de sus familiares y amigos?
Francamente, la mayoría de las personas no han adquirido sus creencias religiosas de la Biblia. Quizá duela reconocerlo, pero en la mayoría de los casos es algo fácil de comprobar. Los lectores de El Mundo de Mañana saben que, a diferencia de tantos predicadores de las religiones "tradicionales", nosotros demostramos con la Biblia, versículo por versículo, la veracidad de lo que estamos diciendo. Sucede, sin embargo, que la mayoría de las personas no estudian realmente la Biblia, ni creen que esta dice lo que es y es lo que dice. Por eso, no entienden.
Para la mayoría de las personas es sumamente difícil reconocer que se han equivocado. El orgullo humano se resiste a hacerlo. Pero, según la Palabra inspirada de Dios, ese es precisamente el punto de partida del verdadero cristianismo. Cuando Jesucristo comenzó su ministerio, les dijo a sus oyentes: "Arrepentíos, porque el Reino de los Cielos se ha acercado" (Mateo 4:17). Y el Evangelio de Marcos nos dice que "después que Juan fue encarcelado, Jesús vino a Galilea predicando el evangelio del Reino de Dios, diciendo: El tiempo se ha cumplido, y el Reino de
Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio" (Marcos 1:14–15). Más tarde, Jesús dijo: "Si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente" (Lucas 13:5).
"Arrepentirse" significa cambiar. Pero así como la gente se resiste a aceptar que se ha equivocado, ¡más aún se resiste a cambiar! Como afirmó sir Winston Churchill: "Los hombres ocasionalmente tropiezan con la verdad, pero la mayoría se levantan y se van apresurados, como si nada hubiera ocurrido".
Pero si la vida eterna está en juego, sería muy sabio considerar la posibilidad de que hemos venido practicando la religión equivocada, ¡quizá la religión en la cual nuestros padres muy sinceramente nos criaron!
¿Estoy acaso diciendo que el cristianismo es una "religión equivocada?
¡De ninguna manera! Pero quiero que entiendan que hay un cristianismo falso y un cristianismo verdadero. Muchos no lo comprenden, pero la Biblia predijo muy claramente que hasta la segunda venida de Cristo iba a predominar una forma falsa de cristianismo. El apóstol Juan describió así la época en que vivimos ahora: "Fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la Tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él" (Apocalipsis 12:9). Satanás el diablo ha engañado al mundo ¡con un cristianismo falso! El reconocido filósofo moderno Søren Kierkegaard, escribió lo siguiente en su obra Ataque al cristianismo: "El cristianismo del Nuevo Testamento simplemente no existe… À lo largo de los siglos, millones de personas paulatinamente han falsificado al Dios del cristianismo, y han logrado convertirlo en algo diametralmente opuesto a lo que se encuentra en el Nuevo Testamento".
Ante esto, corresponde a cada uno de nosotros estudiar detenidamente la Biblia para comprobar la veracidad de lo que creemos. Tenemos que absorber lo que la Biblia realmente dice y no leer en ella lo que es un simple reflejo de nuestras propias ideas preconcebidas.
Pensemos por un momento: ¿Por qué será que el cristianismo tradicional está dividido en centenares de sectas y grupos que compiten entre sí? ¿Por qué las iglesias que se dicen "cristianas" tienen creencias y prácticas tan diferentes? ¿Será que Dios es autor de confusión? Ô bien, ¿existe una buena explicación?
Consideremos la advertencia que Cristo mismo nos dio: "Vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y a muchos engañarán" (Mateo 24:5). Jesús no dijo aquí que en su nombre vendrían solo unos pocos, ¡sino que vendrían muchos! Vienen como ministros "cristianos" proclamando que Jesús es el Cristo ¡pero engañan a muchos! En otras palabras, Jesús predijo un engaño masivo basado en las enseñanzas falsas de los muchos que supuestamente vendrían hablando "en nombre de Jesucristo".
Francamente, es fácil para los maestros religiosos usar el nombre del Hijo de Dios para encubrir sus propias doctrinas, ¡tengan o no relación alguna con la vida o enseñanzas del verdadero Jesucristo! Por esta razón el apóstol Pablo nos dice: "Examinadlo todo; retened lo bueno" (1 Tesalonicenses 5:21).
Cada uno de nosotros tiene la responsabilidad de verificar las doctrinas que se nos enseñan, cualquiera que sea su origen. ¡No demos las cosas por sentadas sin examinarlas! ¡Estemos seguros de que sabemos lo que la Biblia realmente dice!
Pablo también tiene palabras de advertencia para nosotros: "Si viene alguno predicando a otro Jesús que el que os hemos predicado, o si recibís otro espíritu que el que habéis recibido, u otro evangelio que el que habéis aceptado, bien lo toleráis" (2 Corintios 11:4). En otras palabras, Pablo temía que algunos miembros de la Iglesia de su época cayeran víctimas de los ministros falsos y que llegaran a aceptar un falso evangelio acerca de un Cristo igualmente falso.
¿Cuál es su caso personal? ¿Será posible que usted haya aceptado a "otro Jesús"? ¿Que haya sido engañado y creído un concepto falso de Cristo, aceptando a su vez un mensaje falso que supuestamente viene del verdadero Jesús? ¿Cómo puede saber qué es verdad y qué no? Usted y yo debemos estudiar la Biblia con diligencia a fin de lograr verdadero entendimiento. Tenemos que estar dispuestos a considerar, con mente abierta, que quizá nosotros también hemos estado siguiendo "tradiciones de hombres", en vez de los mandamientos de Dios (Mateo 15:3).
Al estudiar la Biblia, debemos aprender a dejar que la Bibliase interprete a sí misma. En otras palabras, si algo parece oscuro, debemos permitir que versículos claros y sencillos nos ayuden a entender los que resulten menos claros. También tenemos que estar dispuestos a estudiar los libros de la Biblia de principio a fin, como haríamos con otros libros. Muchas personas se limitan a saltar de aquí para allá leyendo sentimentalmente solo algunos pasajes donde hallan palabras de ánimo y consuelo. Aunque esto puede servir a veces, el hecho es que no se presta para adquirir un auténtico conocimiento de todo el plan y propósito que Dios revela en la Biblia; su "manual de instrucciones" para todo ser humano.
Un buen lugar para empezar es el Evangelio de Mateo, el primer libro del Nuevo Testamento. Comience al principio del libro de Mateo y vaya leyendo todo lentamente, marcando los versículos que le parezcan más importantes. Al día siguiente, repase los versículos que ha estudiado, luego lea y marque unos capítulos más, meditando en lo que va leyendo. De este modo llegará a familiarizarse con lo que la Biblia realmente dice, ¡y no con la interpretación mal encaminada de algunos predicadores!
En oración personal y fervorosa pídale a Dios entendimiento. Pase lo que pase, dispóngase a seguir el verdadero cristianismo de Cristo. Recuerde siempre las palabras tan importantes del apóstol Pablo: "Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí" (Gálatas 2:20).
Por medio del Espíritu Santo que nos fue prometido, Cristo vivirá en nosotros una vida semejante a la que vivió en carne humana hace más de 1.900 años. Hebreos 13:8 nos dice que "Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos". ¿Guardó Jesucristo los diez mandamientos mientras vivió en carne humana? Juan 15:10 consigna sus últimas palabras a los discípulos, entre ellas las siguientes: "Yo he guardado los mandamientos de mi Padre".
Si usted necesita alguna ayuda para el estudio de la Biblia, lo invitamos a escribirnos o llamarnos inmediatamente para inscribirse en el Curso bíblico por correspondencia de El Mundo de Mañana. Ô bien, pídalo por correo electrónico a la dirección que se indica en la página anterior. Su suscripción y todas las lecciones son gratuitas, igual que todas nuestras publicaciones. Este curso en su totalidad no le ofrece una "perspectiva sentimental" de la Biblia, sino que le ayudará a comprender el extraordinario plan del Creador para la humanidad. Le ayudará a examinar y comprobar en su propia Biblia lo que usted debe hacer para cumplir su parte en el plan de Dios. Estamos cerca del final de esta era. Que Dios le ayude a hacer un estudio genuino de su Palabra inspirada y a comprobar con la Biblia que lo que usted cree es verdadero. Entonces tendrá un fundamento sólido. Y llegará realmente a conocer a Dios como nunca antes, y a Jesucristo resucitado quien se sienta a la diestra del Padre.