Plagas venideras: el caballo amarillo | El Mundo de Mañana

Plagas venideras: el caballo amarillo

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Desde hace mucho tiempo las profecías bíblicas vienen advirtiendo que en el tiempo precedente al regreso de Jesucristo, una serie de acontecimientos espantosos azotarán la Tierra, simbolizados por los cuatro jinetes del Apocalipsis.

Entre estas calamidades cercanas habrá casos crecientes de guerras, hambre, catástrofes naturales y epidemias. El "cuarto jinete" se llama Muerte y va montado sobre un caballo amarillo. Los cuatro jinetes harán estragos en la cuarta parte de la población mundial mediante violencia, hambre y las "bestias de la Tierra", que incluyen virus y bacterias portadores de enfermedades (Apocalipsis 6:8). Las Escrituras indican que dichas pestes van a desatar epidemias espantosas, las cuales cobrarán millones de vidas. Aunque parezca imposible una catástrofe en la salud pública de esta magnitud, tomando en consideración los adelantos en la tecnología médica, estamos viendo cada vez más advertencias sobre epidemias de alcance mundial, ¡y esto indica que las antiguas profecías bíblicas están cobrando vida ahora mismo!

Crece la preocupación

En recientes decenios, las autoridades médicas han expresado su preocupación por la aparición de enfermedades nuevas y el resurgimiento y propagación de enfermedades que se creían controladas. La malaria, enfermedad infecciosa que puede causar la muerte y que aflige a millones cada año, ha regresado a regiones donde estaba erradicada. Ahora se está transmitiendo por medio de zancudos resistentes a los plaguicidas y bacterias resistentes a los antibióticos. Todo esto la hace más difícil de tratar y controlar.

La tuberculosis resistente a medicamentos, otra enfermedad mortal con una larga historia, se está extendiendo por regiones económicamente deprimidas de Europa Oriental, Rusia, Asia y África. El aumento de las temperaturas ha ampliado el alcance de los zancudos portadores del virus del Nilo Occidental, que ataca el sistema nervioso central, haciendo posible su traslado de África a otras partes del mundo. Las enfermedades venéreas están en auge en nuestras sociedades cada vez más desenfrenadas. La epidemia del sida que apareció durante la década de 1980 ha segado más de 30 millones de vidas en el mundo, y esta enfermedad sigue extendiéndose activamente con más de dos millones de casos nuevos cada año. Al mismo tiempo, siguen apareciendo enfermedades de reciente identificación que amenazan las poblaciones de todo el mundo.

Nuestro mundo vulnerable

El resurgimiento de viejas plagas y la aparición de enfermedades infeccionas nuevas en el mundo tiene muy preocupados a los funcionarios de la salud. Los epidemiólogos reconocen que en años recientes se han juntado varios factores que elevan notoriamente el riesgo de pandemias, y aseveran que nuestra población mundial nunca antes ha sido tan vulnerable a la rápida transmisión de enfermedades.

Un factor es la aparición repentina de nuevos virus para los cuales no hay vacuna. Otro es la reaparición de enfermedades en formas resistentes a medicamentos, dejando sin efecto los tratamientos usuales. Entre los motivos actuales que facilitan la propagación de enfermedades infecciosas está la creciente facilidad de viajar por el mundo entre centros urbanos donde se concentran multitudes en contacto estrecho, el traslado masivo de gente afectada por guerras y perturbaciones políticas y el transporte de animales y sus derivados por todo el mundo.

À la aparición y dispersión de enfermedades infecciosas también contribuyen ciertos fenómenos que suelen presentarse luego de una catástrofe natural, por ejemplo, la incapacidad de los servicios de salud pública, la contaminación de las aguas y la interrupción de los sistemas públicos de aseo. La amenaza del terrorismo bioquímico, que es la propagación deliberada de microbios o agentes químicos tóxicos en grandes zonas urbanas, presenta la espantosa posibilidad de diezmar a grandes poblaciones en poco tiempo. En los últimos decenios nuestro mundo se ha hecho más vulnerable a la aparición de epidemias con posibilidad de segar millones de vidas, ¡y esto es precisamente lo que representa el cuarto jinete en su caballo amarillo!

Lecciones del pasado

La historia revela que grandes epidemias han deshecho imperios, derrotado ejércitos y alterado permanentemente nuestro modo de vida. En el pasado se han presentado epidemias inesperadamente, dejando muerte y destrucción en amplias regiones del mundo. En la Edad Media la suciedad y el hacinamiento en las ciudades facilitaban la incubación de la lepra, la tuberculosis, el cólera y la tifoidea. En 1348 la peste bubónica llegó a Europa procedente de la India por las rutas comerciales medievales. Esta epidemia, conocida como la "muerte negra", acabó aproximadamente con 30 millones de personas,un tercio de la población de Europa. Los marineros de Colón llevaron la sífilis desde América y la enfermedad se extendió por Europa, debido en parte a las costumbres promiscuas y los baños públicos. À su vez, los europeos contagiaron la viruela en América, donde se estima que en un siglo mató a 100 millones de indígenas, que no tenían anticuerpos naturales ante esa enfermedad. Las epidemias alteraron el curso de la historia en el pasado y de nuevo tendrán un impacto en el mundo.

Los expertos en salud pública reconocen que el SRAG (síndrome respiratorio agudo grave) y el SROM (síndrome respiratorio del Oriente Medio) están relacionados con el virus causante de la gran pandemia de influenza de 1918, que en año y medio costó la vida a 50 millones de personas en el mundo. Esa enfermedad, conocida como la influenza española, fue una de las epidemias más mortíferas de la historia. Parece que se originó en China y se extendió por los 90.000 trabajadores chinos que viajaron en barco a Norteamérica, por tren a la costa este de América y luego en barco a trabajar en los campos de batalla europeos, donde soldados europeos y trabajadores chinos se infectaron y murieron por igual. Aquella pandemia mundial se debió a la aparición repentina de una forma del virus extremadamente infecciosa que se extendió mediante el traslado masivo de personas por el mundo.

Otros ejemplos más recientes muestran cómo una epidemia puede surgir de repente y propagarse rápidamente por el mundo moderno. Luego del sismo del 2011 en Haití, unos trabajadores que llegaron de Nepal para ayudar al país, venían infectados con un virus de cólera; en cuestión de días apareció en la isla un brote de cólera que causó la muerte a 6.000 personas e infectó a más de 300.000. Aún más recientemente, en el 2014, el virus causante de la chikunguña, palabra africana que significa "contorsionado de dolor", llegó al Caribe desde Asia o África y proliferó rápidamente por las islas, atacando a más de 55.000 personas. Se cree que el virus llegó con una persona infectada que viajó por avión. Cuando estudiamos la aparición de epidemias en el pasado y su influencia en el curso de la historia, y cuando vemos cómo los factores del mundo moderno pueden propiciar la difusión de enfermedades infecciosas, no nos debe sorprender que Jesucristo haya predicho desde hace mucho tiempo que una de las señales anteriores a su regreso serían plagas por todo el mundo (Mateo 24:3–7; Lucas 21:11). Debemos estar atentos a las profecías que están cobrando vida, ¡entre ellas la representada por un ominoso jinete en un caballo amarillo!

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