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La semana pasada, otro ataque terrorista golpeó a Londres. Más de una docena de terroristas atacaron a varias personas, matando a ocho e hiriendo gravemente a casi 50, utilizando una furgoneta y cuchillos para aterrorizar a los londinenses (BBC, 5 de junio de 2017; The Guardian, 7 de junio de 2017). El EI se atribuyó la responsabilidad de los ataques que ocurrieron en lugares públicos y como resultado tres de los atacantes fueron abatidos por la policía. También, la semana pasada en Melbourne, Australia: “El lunes la policía mató a tiros a un hombre armado, Yacqub Khayre, quien tenía un largo historial criminal, después que mató a un hombre en el vestíbulo de un bloque de apartamentos en Melbourne, la segunda ciudad más grande Australia, y mantuvo a una mujer de rehén” (Reuters, 6 de junio de 2017). El EI también se responsabilizó de este acontecimiento. Los ataques terroristas en las grandes ciudades se están volviendo cada vez más comunes, y muchos se preguntan por qué. Sin embargo, durante mucho tiempo las profecías bíblicas han predicho que esto ocurriría como resultado de la decadencia moral en las naciones de descendencia israelita. Hace miles de años, Dios advirtió a Israel: “si desdeñareis mis decretos, y vuestra alma menospreciare mis estatutos, no ejecutando todos mis mandamientos, e invalidando mi pacto… enviaré sobre vosotros terror” (Levítico 26:15-16). Las profecías bíblicas también indican que la obediencia a las leyes de Dios traerá paz y seguridad (Levítico 26:3-13). Por eso Dios exhortó tanto a las antiguas naciones israelitas como a las del tiempo del tiempo del fin: “Volveos a mí, y yo me volveré a vosotros” (Malaquías 3:7). Para aprender cómo las personas pueden volverse a Dios y evitar las maldiciones por rechazarlo, lean o escuchen “¿Tenemos que obedecer a Dios para ser salvos?”