“‘No ir a la cama enojado’ es un consejo común para las parejas que quieren mejorar su relación, y puede tener un respaldo científico. Los investigadores han descubierto que los recuerdos negativos y emocionalmente cargados, como los que siguen a una discusión, son más difíciles de suprimir después de una buena noche de sueño” (IB Times, 29 de noviembre de 2016). Hace mucho tiempo, en su amor por su pueblo, Dios dio esencialmente el mismo consejo: “Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo” (Efesios 4:26).