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"El viernes el primer ministro, David Cameron, prometió a Gran Bretaña que nunca será parte de un ‘superestado europeo’ gracias a un acuerdo muy reñido para una Unión Europea menos intrusiva, que él espera convenza a los votantes en un referéndum para mantener la isla nación en el bloque de 28 naciones" (Washington Post, 19 de febrero del 2016).
Este acuerdo le daría a Gran Bretaña una mayor autonomía política, autonomía financiera, libertad sobre las normas de inmigración de la UE, protección si/cuando las naciones principales de la UE creen un superestado, y más (ibídem). Sin embargo, el acuerdo solo tendrá lugar si el pueblo británico vota a favor el 23 de junio para continuar siendo parte de la UE. Si deciden salir de la UE, el acuerdo no será vinculante y abrirá la puerta a otras situaciones (Business Insider, 23 de febrero del 2016). De cualquier manera, con este acuerdo, Gran Bretaña nunca será parte del "núcleo" de Europa, "un superestado europeo" que muchos ahora dicen es "inevitable" (Telegraph, 19 de febrero del 2016). Curiosamente, los holandeses también están deseosos de un referéndum sobre la afiliación a la UE (Dutch News, 22 de febrero del 2016). Desde hace tiempo las profecías bíblicas han indicado que Gran Bretaña, los descendientes de la tribu israelita de Efraín, no será parte del núcleo de Europa, el poder de la "bestia" europea. De hecho, Gran Bretaña, junto con otras naciones de descendencia israelita, está profetizada que irá a un futuro "cautiverio" bajo la dirección de la "bestia" (Ezequiel 39:24-29; ver Oseas 7; Amos 5:1-3). Para más información sobre el futuro de Gran Bretaña, lea Estados Unidos y Gran Bretaña en profecía.