Confusión de género

"El concepto de paternidad de género neutro primero se hizo popular entre las feministas en Estados Unidos durante la década de 1970", sin embargo, todavía está presente (Daily Mail, 14 de febrero del 2014).

Una pareja del Reino Unido está criando a su hijo como un niño y una niña, dejándole la determinación definitiva de su identidad de género a él. Su madre, ama de casa de 23 años, comentó: "‘Si Max quiere ponerse un tutú rosa y alas de hadas, puede hacerlo’… Los padres crían a su hijo como un chico y una chica para que no ‘crezca siendo agresivo’… ‘No importa si es homosexual, bisexual, transexual o asexual en lo que a mí respecta. No lo tuve para decir: "Solo te voy a amar si eres de esta manera". Yo lo amo por quien es’" (ibídem). Ambos padres apoyan mutuamente este método de criar a su hijo, y la mayor preocupación del padre acerca de todo esto es: "¡Max no tiene calzado adecuado que vaya con ese vestido!" (ibídem) Lamentablemente, los padres que experimentan con la identidad de género de sus hijos ignoran hechos importantes. La fisiología y anatomía humana revelan claramente que los varones y las hembras son diferentes, y las Sagradas Escrituras revelan que Dios hizo a los varones y a las hembras diferentes por muy buenas razones (Mateo 19:4; Génesis 2:18, 24). Dios instruye a los padres a instruir a sus hijos para sus futuros roles (Proverbios 22:6). Sin embargo, las profecías bíblicas indican que al fin de esta era, los dirigentes mal informados "a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo" (Isaías 3:12; 5:20). Gracias a Dios, cuando Cristo regrese, habrá una restitución de los verdaderos valores y la confusión de género terminará (Hechos 3:19-21).