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En un estudio reciente en la Universidad de Gothenburg en Suecia, el pastor Gunnar Samuelsson dedicó 400 páginas a explicar la "Crucifixión en la antigüedad".
Sus hallazgos confirman lo que la Iglesia de Dios ha sabido y enseñado por décadas, que Jesucristo probablemente no murió en una cruz en forma de "T". Como predicador evangélico devoto y creyente en el "poder de la cruz", ¡lo que Samuelsson descubrió lo impactó! En su investigación a fondo, no pudo encontrar referencias claras a la cruz en forma de "T".
Samuelsson señaló en una entrevista para ABC News: "Por generaciones las personas han malinterpretado y traducido la palabra griega ‘stauros’ [traducida cruz en la mayoría de las Biblias] como crucifijo, cuando en realidad el término solo significa un instrumento de suspensión, que pudo haber sido algo como un ‘poste o el tronco de un árbol’" (www.whas11.com, 2 de julio).
Aunque la información presentada por Samuelsson es conocida por los estudiosos y la Iglesia de Dios por decenios, es interesante ver que se destaque en los medios de difusión. Satanás, en su astucia, ha engañado a la gente haciéndole creer y hasta adorar al crucifijo, tocando cosas que se asemejan, arrodillándose ante él y aun convirtiéndolo en una joya religiosa.
No solo muchos se inclinan ante una imagen, algo que Dios prohíbe (Dt. 5:8), sino ante un crucifijo, que puede que ni siquiera sea una representación exacta del instrumento de muerte de Cristo.