Destructivos terremotos sacuden a Irán

El sábado pasado dos terremotos sacudieron a Irán.

El primero de magnitud 6,4 y el segundo de 6,3 (ITV News, 12 de agosto). Ambos seguidos por muchas réplicas. Al menos seis aldeas quedaron totalmente destruidas y decenas más sufrieron graves daños. El lunes la búsqueda de sobrevivientes se suspendió con más de 300 muertos y 3.000 heridos (PA, 13 de agosto). Más de 50.000 están en refugios (Reuters, 14 de agosto). Todos los seres humanos estamos hechos a imagen de Dios (Gn. 1:26) y con el potencial de llegar a ser miembros de su Familia (1 Jn. 3:2). Debemos conmovernos por la devastación y pérdida de vidas sin importar dónde ocurra (2 P. 3:9). Jesucristo predijo que "terremotos en diferentes lugares" sería una de las señales del fin de esta era (Mt. 24:7). Conforme el tiempo y la profecía avanzan, podemos esperar terremotos más devastadores por todo el globo. Estos sucesos deben motivar a los verdaderos cristianos a orar más fervientemente por la segunda venida de Cristo (Mt. 6:10), y a estar más dedicados espiritualmente conforme el tiempo se acerca. Para más información sobre las catástrofes profetizadas en la Biblia, vea nuestro folleto, Catorce señales que anuncian el retorno de Cristo.