¿Dividirá Francia (Rubén) a Europa?

El 6 de mayo Francia eligió a François Hollande presidente, derrocando a Nicolás Sarkozy. Hollande, socialista, ha prometido cambiar radicalmente el curso establecido por Sarkozy y la canciller alemana Ángela Merkel (BBC News, 7 de mayo).

El resultado de estas elecciones es "la victoria que tanto Ángela Merkel como los mercados temían: El domingo por la noche los votantes franceses eligieron a François Hollande, quien ha prometido poner fin a las medidas de austeridad y renegociar el pacto fiscal de la Unión Europea". Los alemanes dijeron que "el presidente electo debe aclarar que no seguirá con su promesa de campaña de cambiar el pacto fiscal de la Unión Europea, acuerdo alcanzado a principios de año, que obliga a los signatarios a fijar medidas del presupuesto en sus constituciones y detener el gasto deficitario para estabilizar la moneda común" (Der Spiegel, 5 de mayo). Este cambio repentino va de acuerdo con las profecías bíblicas sobre Rubén (antepasado de los franceses). Jacob dijo a su hijo Rubén, que en los postreros días sería "principal en dignidad, principal en poder", pero "impetuoso como las aguas, no serás el principal" (Gn. 49:3-4). Francia es una nación principal en Europa, pero sus políticas fluctuantes pueden obligar a Alemania a asumir un papel más dominante. Daniel profetizó que los diez dedos (reinos o naciones) del último renacimiento del Imperio Romano sería una mezcla inestable "en parte de hierro y en parte de barro cocido, el reino será en parte fuerte, y en parte frágil" (Dn. 2:41-42). Estas elecciones francesas van a agravar las tensas relaciones dentro de la UE y pueden dividir aún más a Francia y Alemania.