El adulterio marca a los guerreros valientes

Muchos se sorprendieron cuando el respetado general estadounidense David Petraeus renunció al cargo de director de la CIA debido a una relación extramarital. El general fue considerado un excepcional estratega en el campo de batalla durante las guerras en Irak y Afganistán, donde su liderazgo fue elogiado tanto dentro como fuera del campo.

El hecho de cometer adulterio después de 37 años de matrimonio no refleja el tipo de liderazgo que uno esperaría en un general de cuatro estrellas de los Estados Unidos. La relación no solo destruyó su carrera, sino que amenaza con sacar a otro oficial de alto rango, el general John Allen, comandante de la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad en Afganistán. "El escándalo de adulterio que llevó a la caída de David Petraeus como director de la CIA, aumentó el martes cuando el presidente Barack Obama suspendió el nombramiento del general de la Marina John Allen como comandante de la Organización del Tratado del Atlántico del Norte, uno de los más altos cargos militares del mundo" (Wall Street Journal, 13 de noviembre). El general Allen estuvo envuelto en varios correos electrónicos que podrían amenazar su cargo, si la investigación del FBI encuentra evidencia creíble contra él. Este escándalo no solo ha ensuciado al Pentágono y a altos líderes en Washington, sino que también ha afectado la reputación de todos los veteranos, residentes y ciudadanos de los Estados Unidos. "La justicia engrandece a la nación; mas el pecado es afrenta [vergüenza] de las naciones" (Pr. 14:34). El rostro de liderazgo de Estados Unidos y su respeto en el mundo está afectado debido a una transgresión contra el mandato de Dios: "No cometerás adulterio" (Éx. 20:14). Cuando los líderes toman una decisión, ya sea correcta o incorrecta, la gente bajo su mando siente los resultados positivos o negativos. Debido a este escándalo, la moral de las tropas en Afganistán se verá afectada; los ciudadanos de los Estados Unidos cuestionarán la autoridad de los líderes militares; y las naciones por todo el mundo tendrán aún más dudas sobre la política exterior de Estados Unidos. Algunos se preguntarán por qué está pasando esto, pero Dios da respuestas claras en la Biblia para quienes "aten los cabos sueltos". Dios le dijo a Isaías hace mucho tiempo que profetizara a la nación de Israel: "Toda cabeza [liderazgo] está enferma, y todo corazón doliente. Desde la planta del pie hasta la cabeza no hay en él cosa sana" (Is. 1:5-6). Isaías advirtió que si Israel continuaba pecando, Dios le quitaría: "el valiente y el hombre de guerra" (Is. 3:2). À menos que se arrepientan de sus pecados tales como el adulterio, y se vuelvan a Dios, las naciones modernas continuarán perdiendo a sus guerreros valientes, y Dios continuará quebrantando "la soberbia de vuestro orgullo" (Lv. 26:19).—Scott Winnail, Adrián Käfer y Justin Ridgeway