Para hacer una búsqueda avanzada (buscar términos específicos), escriba juntamente los criterios de interés como se muestra en los siguientes ejemplos:
"El viernes (15 de mayo) el primer ministro de Luxemburgo Xavier Bettel hizo historia en los registros gubernamentales al convertirse en el primer dirigente de la UE en casarse con alguien del mismo sexo…
El matrimonio… simboliza cómo los derechos legales de los ciudadanos homosexuales de la UE han avanzado en los últimos años" (EU Observer, 18 de mayo del 2015). "‘Luxemburgo puede dar el ejemplo’, dijo Bettel en el día de su boda, a la que asistieron el primer ministro belga, Charles Michel… En 2010, Johanna Sigurdardottir, la entonces primera ministra de Islandia, se casó con su pareja gay. El siguiente país en adoptar una posición al respecto fue Irlanda, que decidió el viernes 22 de mayo por referéndum la legalización de los matrimonios entre personas del mismo sexo" (ibídem). El primer ministro de Luxemburgo ha dado un ejemplo de proporciones bíblicas que traerá consecuencias. Hace mucho tiempo, el profeta Jeremías amonestó a los "líderes de Israel", por hacer que su pueblo pecara por su conducta impía e irresponsable (Jeremías 23:1, 13, 32). El profeta advirtió que Dios "[traería] mal sobre ellos" porque habían traído "maldad", entre el pueblo de Dios, "y fortalecían las manos de los malos, para que ninguno se convirtiese de su maldad; me fueron todos ellos como Sodoma…y…como Gomorra" (Jeremías 23:11-12, 14). Tristemente, las naciones de descendencia israelita, incluyendo Luxemburgo, dan un ejemplo pecaminoso al mundo, al aceptar y promover comportamientos perversos bajo el pretexto de la diversidad. La Biblia claramente indica que cuando Jesucristo regrese a gobernar con justicia en esta Tierra (2 Pedro 3:13), la promoción y aceptación del matrimonio entre personas del mismo sexo será cosa del pasado (1 Corintios 6:9-10). Para conocer más sobre el futuro de las naciones de descendencia israelita, lea el folleto Estados Unidos y Gran Bretaña en profecía.