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El primer ministro británico, Boris Johnson, renunció recientemente como líder del Partido Conservador e informó al Parlamento que dejaría el cargo de primer ministro una vez que el nuevo líder del partido asuma el cargo. En su mandato de casi tres años, muchos le atribuyen al señor Johnson ser el impulsor del Brexit en el Parlamento británico y de llevar al Partido Conservador a una elección aplastante en 2019. Presentó su renuncia luego de que varios ministros gubernamentales de su propio partido renunciaran, ministros que renunciaron no por situaciones políticas, sino por cuestiones de carácter y confianza. Los posibles candidatos para el cargo de primer ministro están haciendo fila y, aunque hay algunos candidatos favoritos para el cargo principal, muchas cosas ocurrirán antes de que se anuncie al sucesor de Johnson en septiembre. Como ha señalado el Wall Street Journal, el próximo Primer Ministro del Reino Unido enfrentará grandes desafíos, mayores de los que se han visto en décadas.
¿Las Escrituras dan alguna indicación de quién será el próximo primer ministro británico? ¿Y tiene Dios algo que decir sobre el carácter de los líderes al final de esta era? El apóstol Pablo profetizó que “en los postreros días” las personas, e incluso los líderes, serán: “amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios” (2 Timoteo 3:1-4). La Biblia también indica que los líderes de las naciones de descendencia israelita se volverán cada vez más egocéntricos, preocupándose más por sí mismos que por las personas para las que han sido elegidos para servir (Ezequiel 22:7; 34:1–10). Ellos liderarán en un tiempo en que la sociedad está confundida acerca del bien y el mal (Ezequiel 22:26; Isaías 5:20) y, por lo tanto, estarán más interesados en mantener una narrativa deseable que en promover la verdad y la justicia (Isaías 59:14).
La triste realidad es que quienquiera que sea elegido como el próximo Primer Ministro del Reino Unido desempeñará un papel en el actual declive de la moralidad, la justicia y la verdad, o tendrá que luchar contra todo esto. Esta realidad mundial profetizada destaca el comentario de Jesús de que Su Reino “no es de este mundo” y que Sus seguidores no participarían en la lucha carnal de esta era (Juan 18:36; 2 Corintios 6:17). Para más información sobre la política del fin de esta era, lean Estados Unidos y Gran Bretaña en profecía y también “¿Votaría Jesús en elecciones presidenciales?”