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Fuentes de noticias informan que Queensland, Australia, está sufriendo la peor inundación en la historia y un desastre de "proporciones bíblicas".
Queensland es la "canasta de pan" de Australia y un distrito minero muy productivo. Las inundaciones han afectado una región del tamaño de Alemania y Francia. Las granjas están bajo agua, varios pueblos han sido evacuados y 75% de las minas están inundadas o cerradas. Queensland suministra la mitad del carbón de coque del mundo para las fábricas de acero. Los campos inundados y la incapacidad para trasladar el trigo recogido por ferrocarril, han hecho que los precios del trigo se eleven. Las regiones que habían sido devastadas por la langosta y por diez años de sequía, ahora están inundadas (The Australian, 5 de enero, PA, 31 de diciembre del 2005).
¡Los costos de este desastre ascienden a miles de millones de dólares! La Biblia advierte que debido a que Israel "olvidó, pues, a su Hacedor" y rechazó sus caminos, Dios traerá severos castigos sobre su pueblo elegido (Os. 8). Las profecías del tiempo del fin revelan el propósito de Dios: "También os detuve la lluvia… e hice llover sobre una ciudad, y sobre otra ciudad no hice llover… Os herí con viento solano y con oruga; la langosta devoró vuestros muchos huertos y vuestras viñas, y vuestros higuerales y vuestros olivares; pero nunca os volvisteis a mí, dice el Eterno" (Am. 4:7-9).
Jesucristo también advirtió que el aumento en hambrunas, pestes y otros desastres serían un preludio de su segunda venida. Al observar que los acontecimientos mundiales van en aumento, debemos recordar que estos acontecimientos están profetizados en la Biblia.