Inundaciones en China

Algunos llaman a las lluvias torrenciales e inundaciones en Pekín la "Katrina china", comparando con la devastación e ineptitud del gobierno tras el poderoso huracán que azotó la costa del Golfo de EUA en el 2005.

La semana pasada lluvias torrenciales inundaron la capital de China, desbordando los drenajes. Más de 75 personas murieron y 65.000 fueron evacuadas (China Daily, 26 de julio; BBC, 26 de julio). Residentes de Pekín se preguntaban cómo una ciudad de primera, sede de los Juegos Olímpicos hace pocos años, tuviera una infraestructura incapaz de evacuar las lluvias torrenciales. Algunos citaron el enfoque gubernamental en la promoción de su imagen externa al mundo, mientras descuidan las necesidades de sus ciudadanos. Muchos chinos cuestionan la cifra de muertos reportados por el gobierno (Los Ángeles Times, 25 de julio). Inundaciones extremas son una de las muchos señales que debemos velar conforme el fin de esta era se acerca (Am. 4:7). Además, la Biblia habla de los líderes mundiales que comen "la grosura" y no se ocupan de su propio pueblo (Ez. 34:3-4). La situación de China no es única en el mundo. Muchos de los líderes gobiernan para sí mismos y apoyan solo a quienes les apoyarán. Tener ambiciones egoístas es una clave entre los líderes en este mundo inspirado por Satanás (Gá. 5:19-21). Sin embargo, muy pronto, Cristo regresará a esta Tierra y marcará el comienzo de 1.000 años de gobierno justo (Zac. 14:9; Ap. 5:10; 20:4-6).