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"Lluvias torrenciales desbordaron ríos y se emitieron advertencias de inundaciones para varios estados del sur de Estados Unidos, donde Texas y Oklahoma se han visto más afectados hasta ahora.
Partes de Texas han tenido hasta 10 pulgadas (25 cm) de lluvia durante un período de 24 horas, y se ha anunciado más lluvia en toda la región para la próxima semana. Un funcionario la declaró la ‘inundación más grande en la historia de esta región’" (BBC, 25 de mayo del 2015). El gobernador de Texas "declaró estado de emergencia en 24 condados y sobrevoló la zona al sur de Austin para evaluar los daños causados ??por los tornados, las fuertes lluvias, tormentas e inundaciones que han forzado la evacuación de miles de personas y rescates de las azoteas y dejando a miles de residentes sin energía eléctrica… ‘Es absolutamente masivo, el poder implacable de esta ola de agua de tipo tsunami’… Describió casas que habían sido ‘borradas completamente del mapa’ por el peligroso sistema climático que azotó a Texas y Oklahoma" (Reuters, 25 de mayo del 2015). Es aleccionador ver tales inundaciones poderosas en una región que ha experimentado una grave sequía en los últimos años. Pero eso es exactamente lo que predicen las profecías bíblicas: "También os detuve la lluvia tres meses antes de la siega; e hice llover sobre una ciudad, y sobre otra ciudad no hice llover; sobre una parte llovió, y la parte sobre la cual no llovió, se secó" (Amós 4:7). Las profecías bíblicas revelan que estos desastres impactarían las naciones de descendencia israelita al fin de esta era, porque se apartaron de Dios (ver Amós 3:14; Levítico 26:14-39). Para más información sobre los patrones climáticos en el mundo predichos en la Biblia, lea ¿A qué se debe realmente el "cambio climático"?