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Según un estudio reciente, el promedio de la gente que pasa menos tiempo con su familia se ha triplicado desde el 2006.
Con todo, esa misma gente no pasa menos tiempo con sus amigos. Un autor del estudio sugiere que sitios en la red como Facebook, Twitter y MySpace pudieran ser razones para esas estadísticas preocupantes. En los últimos 10 meses, los usuarios de Facebook se han duplicado a más de 200 mil millones. El estudio señala otras razones. Hoy día los jóvenes tienen teléfono celular, resultando en menor relación familiar. El número de televisores por hogar se ha multiplicado, dejando que haya más personas viendo la TV "individualmente". El uso de internet ha aumentado entre los adultos y la juventud. Mientras ver TV puede ser una actividad "social", la actividad en internet es por lo general individual y sustituye otras actividades familiares (Yahoo Tech News, 15 de junio).
Dios advirtió que en los últimos días la ciencia aumentaría (Dn. 12:4). La tecnología es emocionante, útil, pero potencialmente destructiva si no se controla. Dios creó familias para enseñar espiritualidad y valores de los padres y abuelos a los hijos (Dt. 4:9), pero cuando la familia no está junta, este proceso tan importante disminuye. Si lo descuidamos, el pueblo de Dios puede fácilmente caer en esas artimañas de Satanás, maestro en destruir la familia. Evitemos que la tecnología divida a la familia. Dios profetizó de un tiempo cuando volvería el corazón de los padres hacia los hijos y de los hijos hacia los padres (Mal. 4:6). Ese tiempo se hace cada vez más necesario cuando la sociedad se aleja de Dios.