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"Miles de casas en el norte de Inglaterra han sido afectadas por severas inundaciones, algunas por segunda o incluso tercera vez en los últimos años. En Sudamérica, donde las inundaciones de El Niño han sido responsables de al menos ocho muertes, más de 144.000 personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares en Paraguay, al menos 20.000 en Argentina y varios miles en Uruguay y al sur de Brasil" (The Guardian, diciembre 28 del 2015).
En Estados Unidos: "Al menos 28 personas han muerto en la región del medio oeste de los EUA desde el fin de semana en extrañas inundaciones invernales, mayormente por conducir en zonas inundadas después que cayeron hasta 12 pulgadas (30 cm) de lluvia" (Reuters, 31 de diciembre del 2015). Sin embargo, en algunas partes de África están enfrentando hambruna debido a la falta de lluvia. "Más de un tercio de la población de Sudán del Sur se clasifica como ‘alarmante inseguridad alimentaria y malnutrición’, un aumento de un 80 por ciento en comparación con el 2014" (Al Jazeera, 25 de diciembre del 2015). Las profecías bíblicas advierten que la desobediencia a Dios traerá resultados graves. Dios advirtió que al fin de esta era: "hice llover sobre una ciudad, y sobre otra ciudad no hice llover; sobre una parte llovió, y la parte sobre la cual no llovió, se secó" (Amós 4:7). Si bien estas maldiciones se pronunciaron principalmente sobre las naciones israelitas, otras que desobedezcan sufrirán por causa de los fenómenos meteorológicos extremos que Dios ha profetizado. Lo que estamos viendo hoy es solo "principio de dolores" que precederán al retorno de Jesucristo (Mateo 24: 3-8). Para más información sobre los profetizados cambios del tiempo, vea "Dios controla el tiempo".