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La masacre de la semana pasada en París fue devastadora y sobria. Ver a la gente que está hecha a la imagen del Dios Todopoderoso sufrir (Génesis 1:26) debe entristecer a todos. El día después de los ataques, el Estado Islámico (EI) distribuyó un vídeo que contenía amenazas contra Francia e "instaron a los franceses musulmanes a perpetrar ataques" (Reuters, 14 de noviembre de 2015).
El mensaje a Francia decía: "Mientras continúen bombardeando no vivirán en paz. Temerán incluso acudir al mercado…" (ibídem). El vídeo intentó movilizar a los combatientes del EI diciendo: "Hay armas y coches disponibles y objetivos listos para ser alcanzados. Incluso hay veneno disponible, así que envenenen el agua y la comida de al menos uno de los enemigos de Alá. Aterrorícenlos y no los dejen dormir por el temor y el horror" (ibídem), y ya el temor está teniendo un impacto en los viajes turísticos a París (Financial Post, 16 de noviembre del 2015). Le Figaro informó esta semana: "Vamos a vivir mucho tiempo con esta amenaza terrorista" (16 de noviembre del 2015). Lo que pocos entienden hoy, es que los comentarios del EI sobre hacer llover el terror en Francia se relacionan directamente con las profecías bíblicas sobre las naciones israelitas que se apartan de Dios: "si menospreciare mis estatutos, no ejecutando todos mis mandamientos… yo también haré con vosotros esto: enviaré sobre vosotros terror" (Levítico 26:15-16). El profeta Isaías también predijo en una profecía que tiene una aplicación dual en la actualidad: "Los pecadores se asombraron en Sion, espanto sobrecogió a los hipócritas" (Isaías 33:14). Actualmente estamos observando estas profecías cobrar vida en naciones israelitas que se han apartado de Dios. Para una visión más clara sobre el futuro de Francia y Europa, lea nuestro artículo "¿Una Europa islámica?"