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"La magnitud de la disminución de la fe religiosa está expuesta en una nueva investigación que sugiere que los británicos ya no buscan a Dios, ni aún ante la muerte" (The Telegraph, 18 de mayo del 2015).
"Los resultados surgen de la investigación llevada a cabo por ‘Dying Matters’, con una coalición de 16 000 hospicios tales como organizaciones benéficas, asilos y otras personas que trabajan con gente que enfrentan el fin de su vida" (ibídem). "Cuando se les pidió escoger de una lista de opciones cuál sería el factor más importante para asegurarse que tendrían una ‘buena muerte’, solo el cinco por ciento seleccionó tener sus necesidades religiosas o espirituales resueltas. Por el contrario, el 33 por ciento dijo que les gustaría estar "sin dolor" y el 17 por ciento dijo que era más importante tener a sus amigos y familiares con ellos… Sorprendentemente, el 60 por ciento de los encuestados, de las seis opciones que se les dio, pusieron en último lugar las necesidades religiosas o espirituales" (ibídem). À medida que Dios se vuelve menos importante en la vida cotidiana de las personas, no debería sorprendernos que Él también sea menos importante en la muerte. En un momento cuando el significado de la vida debe impregnar las mentes de los moribundos, es preocupante ver como el apego a las cosas materiales (la comodidad y tener amigos alrededor) sustituye la necesidad de conectarse con Dios de una manera significativa (Marcos 4:18- 19). Para mayor información sobre el verdadero propósito de la vida, lea el folleto El misterio del destino humano.