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En los últimos días, varias partes del mundo han experimentado temperaturas abrasadoras e incendios devastadores. En la actualidad, incendios mortales han cobrado vidas, han destruido hogares y han arrasado miles de hectáreas en California, el oeste de Canadá, Grecia, Suecia, los Países Bajos y Gran Bretaña, y el calor es incluso abrasador en la Laponia finlandesa cerca del círculo polar ártico. Recientemente The Economist indicó: “El calor está causando problemas en todo el mundo”, y mientras ardían los incendios en Siberia, “Japón está en estado de emergencia” y “ha declarado que su ola de calor es un desastre natural” (28 de julio de 2018).
Además de la costosa destrucción de propiedades causada por los incendios, también existe la pérdida de vidas debido a los incendios y el calor mismo. Como el mismo artículo resalta: “En 2003, más de 70,000 europeos pudieron haber muerto como resultado directo de un verano infernal”. El calor extremo es especialmente peligroso para las personas mayores y los infantes, pero también devasta los cultivos, diezma el ganado, provoca apagones y aumenta los riesgos de rayos (The Telegraph, 27 de julio de 2018). Los costos reales de estas olas de calor, en términos de vidas y propiedades, no se conocerán hasta dentro de varios meses.
Lo que muchos no se percatan es que la Biblia advierte que las temperaturas extremas también son una de las señales del fin de esta era. Aunque las actuales olas de calor no son el cumplimiento directo de las profecías bíblicas, dan una gran visión de lo que ocurrirá en los próximos años. Jesús advirtió que la hambruna al fin de esta era sería solo “principio de dolores” (Mateo 24:7-8). Más adelante en el libro del Apocalipsis, Dios advierte: “y hubo granizo y fuego mezclados con sangre, que fueron lanzados sobre la tierra; y la tercera parte de los árboles se quemó, y se quemó toda la hierba verde” (Apocalipsis 8:7). Y al final, el Sol calentará aún más y abrasará la Tierra justo antes de que Jesucristo regrese a gobernar en la Tierra (Apocalipsis 16:8-9). Los científicos sugieren que en los próximos años habrá ciclos más frecuentes de calor extremo, algo que la Biblia también confirma, aunque, quizás, por razones muy diferentes de las que los científicos aceptan. Para más información sobre los acontecimientos climáticos que tenemos que observar en los próximos años, lean “¡El Todopoderoso controla el clima!”. —Scott Winnail y Francine Prater