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Hay tres “rumores de guerras” importantes que se están gestando en todo el mundo. El respetado columnista Ambrose Evans-Prichard escribió recientemente: “el mundo se encuentra en la coyuntura estratégica más peligrosa desde la crisis de los misiles en Cuba en 1962. El Occidente se enfrenta a crecientes amenazas de conflicto en tres frentes, cada una separada pero vinculada por niveles desconocidos de confabulación: la movilización por parte de Rusia de una fuerza de ataque en la frontera de Ucrania; el ‘ensayo general’ de China para un ataque contra Taiwán; y la política de riesgo nuclear de Irán” (Telegraph, 9 de diciembre de 2021).
La situación con Irán es preocupante. Los expertos creen que Irán podría tener plutonio para uso militar en cuestión de semanas, y ya tienen los misiles para usarlos. El jefe de la agencia de inteligencia de Israel estuvo recientemente en Washington, probablemente buscando el apoyo de Estados Unidos para bombardear las instalaciones de fabricación de bombas de Irán.
A medida que las tropas rusas se concentran en la frontera de Ucrania, y China amenaza con emprender acciones militares contra Taiwán, algunos expertos temen que las dos naciones intenten coordinar sus ataques, dividiendo así las potencias occidentales en dos frentes simultáneos. Queda por ver si esto ocurrirá. Aunque los presidentes Biden y Putin hablaron recientemente en un esfuerzo por tratar de reducir las crecientes tensiones, algunos acusan a Europa de no tener el impulso para enfrentarse a Rusia (Politico, 7 de diciembre de 2021).
El conflicto armado y la guerra entre las naciones no es nada nuevo. Sin embargo, las naciones involucradas en estos posibles conflictos tienen armas nucleares. Con Estados Unidos preocupado por las luchas internas y menos inclinado a intervenir en las luchas extranjeras, las amenazas de Rusia en Ucrania podrían empujar a una Europa liderada por Alemania a militarizarse más rápidamente, y la debilidad que ven en sus oponentes mundiales podría alentar a China y Rusia a buscar una coordinación más estrecha en sus desafíos a las potencias occidentales. Los acontecimientos mundiales se están caldeando y las “guerras y rumores de guerras” que Jesucristo dijo en Mateo 24:4–8 que precederían a su venida, son cada vez más reales. Pero hay mucho más por venir. Para una perspectiva bíblica de lo que está por venir, vean “Preparándose para el fin”.