Soluciones drásticas ante la crisis de la deuda en la UE

Los líderes europeos están pensando medidas drásticas para hacer frente a la crisis de la deuda europea.

La primera, y tal vez la menos viable, es "echar" fuera de la eurozona a Grecia. La segunda opción es crear un sistema de dos categorías "en" la UE, en el cual las naciones fiscalmente responsables se "apartarían" de aquellas que ya es un lujo tratar de sacar de apuros (Telegraph, 19 de junio).

La tercera opción, mencionada hace poco en la revista británica Spectator, contempla "la salida voluntaria de Alemania" de la eurozona. De hecho, el autor Gerald Baker dice que sería la forma "menos dolorosa" de evadir los problemas. Supone que si Alemania deja la eurozona, volvería al marco, mientras que el euro se iría debilitando frente al marco. De esta forma el euro podría continuar.

Sin embargo, es posible que otras cuatro naciones se unan a Alemania y al marco: Austria, Bélgica, los Países Bajos y Luxemburgo, naciones que "ya están más o menos integradas dentro de la gran economía alemana". Francia se "enfrentaría a una difícil decisión: quedarse con los europeos del Sur y Oriente o unirse a los alemanes" (The Spectator, 16 de junio).

La visión de Daniel de los diez dedos de "hierro y barro cocido" se hace interesante ante estos hechos (Dn. 2:33, 41-42). Si Baker está en lo cierto, interesante será ver cuáles otras cinco naciones serán los otros "dedos" de los diez reyes del poder de la bestia (Ap. 17:12-13).