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La prolongada sequía en las llanuras de Estados Unidos hace que los ganaderos vendan sus vacas. À corto plazo la venta masiva ha mantenido los precios estables, pero un día va a terminar y los precios aumentarán cuando a menos vacas menos terneros para el engorde.
El inventario de la carne de res en EUA mermó un 3,1 % en el 2011 y siguió bajando en el 2012. En abril pasado la producción de becerros era de 35 millones de cabezas, la más baja en 60 años (Drovers Cattle Network, 6 de abril del 2012). Con la escasez y aumento de las exportaciones, los precios de la carne seguirán subiendo (Reuters, 8 de febrero). Los altos precios de la res obligarán a los consumidores a buscar otras carnes, con lo que los precios también subirán. Si la sequía terminara hoy, llevaría de tres a cinco años reemplazar las vacas perdidas y volver al número de terneros anterior a la sequía. Dios advirtió a Israel que la sequía y la merma del ganado serían consecuencias de la desobediencia: "Maldito el fruto de tu vientre, el fruto de tu tierra, la cría de tus vacas, y los rebaños de tus ovejas" (Dt. 28:18). "Dará el Señor por lluvia a tu tierra polvo y ceniza; de los cielos descenderán sobre ti hasta que perezcas" (v. 24). Para más información vea nuestro folleto: Catorce señales que anuncian el retorno de Cristo.—Scott Winnail, Justin Ridgeway y Gene Hilgenberg