Nos rodean constantemente: el ruido, el ajetreo y decenas de distracciones que nos impiden reflexionar profundamente sobre la razón de nuestra existencia. Muy pocas personas en la Tierra y entre estas, muy pocas de las que se dicen cristianas, comprenden el propósito supremo por el cual fueron creadas. Pero usted sí puede comprender… siempre y cuando esté dispuesto a buscar,consinceridad y humildad,esa comprensión y el conocimiento del Dios verdadero.