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"Nada es digno de respeto. Nada es sagrado. No hay absolutos. La humanidad debe abrirse camino”.
Esta ampliamente aceptada creencia o punto de vista es un enfoque ateo y materialista de la vida. Si uno tiene esta opinión, entonces no hay restricciones reales en el comportamiento. Después de todo, ¿a quién le importa? y ¿qué diferencia hace? Según esta creencia, no hay responsabilidad.
En el mundo de hoy, muchas personas tienen un sentimiento de inutilidad y una actitud de desesperanza porque no tienen claras sus creencias fundamentales. Al examinar la escena mundial, usted verá los frutos de este enfoque oscuro y demente de la vida. Esto no trae felicidad, y la falta de absolutos y respeto por los demás resulta en un comportamiento desastroso y produce problemas insolubles.
Hace mucho tiempo, el Dios de la Biblia le reveló a Moisés que hay algo digno de respeto y reverencia. En Éxodo 20:7, Dios exigió que se honrara su nombre cuando dijo: "No tomarás el nombre del Eterno tu Dios en vano; porque no dará por inocente el Eterno al que tomare su nombre en vano".
Entonces vemos que debemos honrar y respetar el nombre de Dios, nuestro Padre celestial. En un hermoso poema acróstico en los Salmos, encontramos las palabras, "Santo y temible es su nombre" (Salmo 111:9). "Temible" significa temer, respetar o tener reverencia hacia alguien. Jesús dijo lo mismo mientras enseñaba a los discípulos a orar en Mateo 6:9. Él instruyó a sus discípulos sobre cómo dirigirse a Dios: "Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre". Significa que debemos tener mucho cuidado con cómo usamos el nombre de Dios. No debemos usar su nombre descuidadamente. No debemos asignar el nombre de Dios a cosas que no le pertenecen a Él o a cosas que Él no aprobaría.
Imagine el impacto positivo que tendría esto en la sociedad si estos principios se aplicaran al entretenimiento, la literatura y en nuestras conversaciones diarias. Eliminaría las blasfemias en el habla y evitaría los eufemismos que se infiltran en nuestro vocabulario. ¿Cuánto más positivo sería nuestro caminar diario si tuviéramos en mente a nuestro Creador y Su voluntad?
Dios también dijo: "Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que el Eterno tu Dios te da" (Éxodo 20:12). Piensen en las maravillosas lecciones que se podrían aprender y la felicidad que brindaría si las familias se instituyeran sobre esta sólida base. Si los jóvenes reflexionaran sobre cómo sus acciones afectan a sus padres y protegieran cuidadosamente el nombre de su familia, se evitarían muchos actos tontos y pecaminosos para evitar mucho dolor, sufrimiento y conflictos en las familias.
¿Hay absolutos? ¿Hay algo en lo que se pueda contar? ¡Si! El profeta Malaquías fue inspirado por Dios a escribir: "Porque yo el Eterno no cambio" (Malaquías 3:6).
Si bien, gran parte del mundo actual está a la deriva sin una base o fundamento espiritual, llegará un momento en el que habrá una forma de vida basada en el respeto y la reverencia al Dios de la Biblia y a sus caminos. Los que vivan en ese momento tendrán maestros que les mostrarán cómo vivir. Isaías escribió sobre esto en su profecía sobre el Reino de Dios en la Tierra: "Entonces tus oídos oirán a tus espaldas palabra que diga: Este es el camino, andad por él; y no echéis a la mano derecha, ni tampoco torzáis a la mano izquierda" (Isaías 30:21).
Estos absolutos están actualmente vigentes y pueden ser aprendidos por aquellos que buscan conocerlos. Nuestro folleto Los Diez Mandamientos explica estos principios eternos y cómo aplicarlos en su vida en estos tiempos modernos. Solicite hoy su copia gratuita de esta publicación de El Mundo de Mañana.