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¿Le frustra que tantas cosas se fabriquen para que pronto “sean obsoletas”? ¿O que el producto se rompa o deje de funcionar poco después de que la garantía expire? Mientras camina por los pasillos de su tienda favorita, ¿le horroriza la avalancha de mercancías de fabricación barata que dejan de tener valor poco después de ser utilizadas? De la misma manera, hay actividades que absorben gran parte de nuestro tiempo sin resultar en nada positivo o productivo.
La vida moderna ofrece un suministro casi interminable de cosas como películas, videojuegos o programas de televisión en “tiempo real”, que presentan dramas y luchas que son parodias de la vida real. Ciertamente, estas actividades pueden ser entretenidas, pero ¿realmente vale la pena invertir el tiempo en eso?
Si busca en la Biblia una guía sobre lo que es valioso, encontrará instrucciones claras, con los pros y los contras, conocidos como bendiciones y maldiciones, de muchas actitudes y actividades que se describen claramente. Un principio que se encuentra en toda la Biblia es que nuestras decisiones determinan la calidad de nuestra vida. Dios nos dice en Deuteronomio 28 que, si seguimos las instrucciones dadas por nuestro Padre Celestial, este nos promete abundantes bendiciones físicas (vs. 1-14). Sin embargo, si Sus instrucciones, que están incorporadas en los Diez Mandamientos, son ignoradas o despreciadas, llegarán los problemas y las maldiciones (vs. 15–68). Estas bendiciones y maldiciones también se mencionan en Levítico 26. Este conocimiento le permite a una persona reconocer lo que vale la pena y lo que no tiene valor.
Hay comportamientos que carecen de valor, aunque no son ampliamente reconocidos como tal. Las celebraciones altamente comercializadas basadas en antiguas costumbres paganas que antecedieron al cristianismo ahora demandan una gran cantidad de tiempo y dinero de las personas, lo cual no agrada a Dios. En la antigüedad, Jeremías fue inspirado a escribir: “Así dijo el Eterno: No aprendáis el camino de las naciones...Porque las costumbres de los pueblos son vanidad” (Jeremías 10: 2-3).
El apóstol Pablo y Bernabé tuvieron que explicar esto a la gente de Listra, una ciudad en Asia Menor. Un hombre fue curado milagrosamente por medio del apóstol Pablo, y los habitantes locales asumieron inmediatamente que Pablo y Bernabé eran los dioses paganos Hermes y Zeus. La gente del pueblo comenzó a adorarlos con prácticas paganas. Pablo los rechazó con vehemencia y les dijo: “Varones, ¿por qué hacéis esto? Nosotros también somos hombres semejantes a vosotros, que os anunciamos que de estas vanidades os convirtáis al Dios vivo, que hizo el cielo y la tierra, el mar, y todo lo que en ellos hay.” (Hechos 14:15). Entonces vemos que la idolatría en cualquier forma es inútil y destructiva ante los ojos de Dios.
Usted podría decir: "¡Qué alivio!, al menos no tengo ningún problema con la idolatría". Pero considere que, desde el punto de vista de Dios, la idolatría se presenta en varias formas. Por ejemplo, en Colosenses 3:5, Pablo le dijo a la Iglesia que evitara varias actitudes y acciones incorrectas y terminó diciendo que "la codicia, … es idolatría".
Salmo 119:37, es un versículo de un hermoso poema sobre la Ley de Dios: "Aparta mis ojos, que no vean la vanidad; avívame en tu camino”.
En la vida, hay actividades valiosas sobre las que la Biblia tiene mucho que decir. Salomón lo puso en perspectiva al describir la búsqueda de la sabiduría dada por Dios: “Bienaventurado el hombre que halla la sabiduría, y que obtiene la inteligencia; porque su ganancia es mejor que la ganancia de la plata, y sus frutos más que el oro fino. Más preciosa es que las piedras preciosas; y todo lo que puedes desear, no se puede comparar a ella. Largura de días está en su mano derecha; en su izquierda, riquezas y honra. Sus caminos son caminos deleitosos, y todas sus veredas paz.” (Proverbios 3:13-17).
Entonces, usted elige. Busque lo que es valioso, física y espiritualmente, y disfrute de los beneficios; pero si se concentra en cosas sin valor, sufrirá las consecuencias negativas ahora y en la vida venidera. Encontrará que el folleto gratuito Los Diez Mandamientos es muy útil para comprender estos principios vitales. Ordene su copia o léala en línea hoy.