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Un "ismo" es una filosofía, ideología social o política, movimiento o religión. La lista de filosofías y religiones es exhaustiva, dejando una clara impresión de que la humanidad está totalmente aturdida y confundida sobre cuál es el propósito de la vida, qué opciones y acciones son correctas y cuáles son incorrectas, y si hay un Dios. ¿Cuál es su "ismo"? ¿y cuál es el "ismo" correcto?
Todas las filosofías, ideologías y religiones buscan identificar y comprender "la verdad" de manera integral. De lo contrario, ¿cuál sería el punto? Pero considerar cuántos "ismos" están en desacuerdo con otros debería decirnos que la humanidad no ha tenido éxito en encontrar la verdad. Toda nuestra historia demuestra fácilmente que somos incapaces de encontrar respuestas y soluciones reales a los abrumadores problemas que enfrenta el mundo.
Entonces, ¿por qué la humanidad no ha tenido éxito en encontrar lo que es bueno y verdadero? ¿Por qué no hemos podido identificar, investigar y entender el verdadero "ismo"?
A menudo se observa que demasiadas personas rechazan la verdad si interfiere con sus propios deseos y creencias. Una famosa cita de Winston Churchill ilustra este punto: "Los hombres ocasionalmente tropiezan con la verdad, pero la mayoría de ellos se levantan y se apresuran como si nada hubiera pasado".
Esto demuestra uno de los mayores problemas de la humanidad: no nos gusta que nos digan qué hacer. Muy temprano en la infancia, comenzamos a querer decidir por nosotros mismos. Queremos tener nuestro propio camino. A menudo escuchamos a la gente decir: "¡No tienes que decirme lo que tengo que hacer!" Desde el comienzo de su existencia, la humanidad eligió rechazar lo que Dios le dijo y comenzó a tomar decisiones por sí misma. Dios le dijo a Adán qué no hacer, y describió el terrible resultado de la desobediencia, pero lamentablemente, Adán y Eva escucharon en forma voluntaria a la serpiente en lugar de las instrucciones de su Creador y se desviaron del camino que conduce a la vida.
Desde entonces, la humanidad ha decidido por sí misma qué hacer o no hacer y qué considerar correcto o incorrecto, ya que confiamos en nuestro propio razonamiento y decisiones, y así ha cosechado las consecuencias.
Los humanos somos como niños pequeños: con un conocimiento y una experiencia muy limitados, insistimos en decidir que es "verdad" por nosotros mismos en función de lo que nos parece correcto. Decimos con confianza: “Sé que tengo razón. He razonado esto. Soy inteligente y lógico, y he examinado los hechos. ¡Sé que tengo la razón!”
Desafortunadamente, una de las mayores fallas en el razonamiento humano es nuestra incapacidad para razonar y usar la lógica para encontrar lo que es realmente cierto; después de todo, si tuviéramos tal habilidad, ¿no llegaríamos todos a las mismas conclusiones y al verdadero "ismo"? El hecho es que tenemos un conocimiento limitado, una lógica defectuosa y una capacidad de razonamiento propensa a errores. Hemos demostrado una y otra vez que podemos ser engañados fácilmente por los demás y por nosotros mismos. Lo que nos parece correcto con demasiada frecuencia termina en muerte (Proverbios 14:12).
Nuestra mente natural y carnal se rebela contra nuestro Creador, y nuestra carnalidad nos lleva a no someternos a las leyes y mandamientos que Dios reveló para nuestro bien (Romanos 8: 7). La humanidad ha rechazado a Dios innumerables veces, y tal rechazo oscurece nuestros corazones y hace que nuestros pensamientos sean inútiles (Romanos 1:21). Incluso aquellos que buscan ser muy religiosos, si no se someten a las instrucciones claras de Dios, simplemente están estableciendo su propia "justicia", que no es justa en absoluto (Romanos 10: 2–3).
Tantos "ismos", todos desconociendo la verdad, porque las personas insisten voluntariamente en hacer lo que quieren, negándose a dejar que alguien, incluido el Dios Creador, les diga lo que pueden y no pueden hacer. Si las personas no pueden encontrar un "ismo" con el que estén de acuerdo, ¡inventan el suyo propio! En lugar de confiar en el Dios benevolente que todo lo sabe, muchos eligen el ateísmo, para esencialmente permitirse hacer lo que quieren. Jesucristo, sin embargo, enseñó la verdad cuando dijo: "Ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella" (Mateo 7:13).
¿Está cansado de todos los ismos falsos? La verdad, ese precioso camino que conduce a la vida eterna, está disponible cuando una persona está dispuesta a someterse a su Creador.