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¿Quiénes son sus padres y cómo han influido en su vida? Muchas personas pueden haber sido criadas por ambos padres, mientras que otras pueden haber sido criadas por uno solo. Hay algunas personas que pudieron haber crecido alejados de sus padres biológicos, tal vez sin nunca haberlos conocido. ¿Conoce usted a su madre y a su padre? ¿Qué hay de su Padre que está en los cielos?
Tal vez esté familiarizado con cierto libro para niños de P. D. Eastman, titulado "¿Eres mi madre?" El libro es un relato aparentemente elemental y sin complicaciones de una cría que busca a su mamá. Sin embargo, hay sentimientos básicos igualmente fuertes arraigados en lo profundo de todos nosotros. ¿Reconocemos que nosotros también tenemos la necesidad de conocer la identidad y la naturaleza de nuestros padres?
El libro de Eastman ha tenido popularidad durante décadas; sé que mis siete hijos realmente disfrutaron porque lo leyeron una y otra vez. El resumen en la portada del libro dice: "Sin haber visto nunca a su madre, un pajarito comete errores divertidos al tratar de encontrarla". Deambulando de un lugar a otro, incluso después de preguntarle ridículamente a una pala mecánica, el pajarito finalmente descubre a uno de sus padres.
Esta no es una búsqueda aislada, ya que los relatos de las exploraciones de la humanidad sobre nuestros orígenes son innumerables. En realidad, los errores humorísticos de nuestra raza que busca descubrir o explicar sus inicios son paralelos a esta historia. Qué ridículo que algunos digan que nuestros sistemas corporales tremendamente complejos e increíblemente entrelazados son cuestión de azar o selección natural, como si una pala mecánica pudiera ser nuestro padre. ¿Y usted? ¿Qué cree?
La Biblia revela la respuesta a la pregunta de nuestra paternidad, pero, aunque Jesús lo dijo, algunos simplemente se negaron a creer. Lea Sus palabras registradas en Juan 20:17: “Subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios”. Algunos comentarios tratan de argumentar en torno a las palabras de Cristo. Estos críticos y detractores hacen comentarios contrarios como “Sin embargo, no dice: Dios nuestro; porque ninguna criatura puede ser elevada a su igualdad con Él...”. Y, sin embargo, ¡Cristo es claramente el primogénito de muchos hermanos, como el Apóstol Pablo escribe en Romanos! (Romanos 8:29).
El Evangelio de Juan revela especialmente la relación entre Dios el Padre y Su Hijo. Dios el Padre y Jesucristo compartirán Su relación especial con toda la familia de Dios. Note las profundas palabras que pronunció Cristo en su oración justo antes de Su crucifixión: “Jesús pronunció estas palabras, levantó los ojos al cielo y dijo: ‘Padre, la hora ha llegado. Glorifica a tu Hijo, para que tu Hijo también te glorifique a ti’” (Juan 17:1).
Cristo le pide al Padre que lo devuelva a la misma gloria (divinidad) que tenía con el Padre como se menciona en Juan 1:1, donde dice: ¡“El Verbo era Dios”! No solo esto, sino que Él ora para que Sus seguidores también puedan compartir su gloria (Juan 17:22). Así como Cristo tiene a Dios como Su Padre, los seres humanos tendrán esta increíble oportunidad y privilegio, ¡si lo buscamos!
El Apóstol Pablo escribe en Corintios que seremos como Cristo: “Y así como hemos traído la imagen del terrenal, traeremos también la imagen del celestial.” (1 Corintios 15:49). En otro lugar, el apóstol Juan declara: “…cuando él se manifieste, seremos semejantes a Él, porque le veremos tal como Él es.” (1 Juan 3:2). En cada uno de estos comentarios, los apóstoles declaran que ciertamente Cristo es el primero de muchos hermanos que serán también hijos e hijas de Dios, teniendo la misma gloria.
Realmente, la pregunta que todos deberíamos hacerle a Dios es "¿Eres mi Padre?" La sorprendente respuesta es, ¡sí! ¡Él verdaderamente desea tener esa relación con toda la humanidad! Cristo oró: “Padre nuestro que estás en los cielos” (Mateo 6:9), ¡por esa misma razón y propósito!
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