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La necedad ha existido desde los comienzos de la humanidad. Los pensamientos necios llevan a acciones necias, y a veces las personas pasan toda una vida lidiando con los resultados desastrosos de tales actividades imprudentes, irreflexivas y a menudo pecaminosas.
Hay dos caminos para los seres humanos. El más común, es el camino que siguen la mayoría de las personas y que a menudo se centra en la mejor manera de servirse a uno mismo o a su pequeño grupo. El otro camino es el camino de la sabiduría divina, que deriva del amor a Dios. La sabiduría a menudo no es una cuestión de "brillantez" o de inteligencia; muchas personas brillantes y bien educadas hacen cosas necias y pecaminosas que traen sufrimiento y vergüenza. Probablemente conozca algunos ejemplos, tanto en las altas esferas como en su comunidad local o inclusive en su familia.
El comportamiento necio y pecaminoso ha establecido un patrón a lo largo de la historia humana. Esta es la razón por la cual ocurrió el gran diluvio en los días de Noé (Génesis 6:1–8) y la destrucción de Sodoma y Gomorra (Génesis 18:20–21). Es por eso que Dios eventualmente intervendrá para acortar esta era y si no lo hiciera, la necedad de la humanidad terminaría con la vida humana (Mateo 24:22). Pablo habló sobre el camino mundano en su primera carta a la iglesia de Corinto: “¿Dónde está el sabio? ¿Dónde está el escriba? ¿Dónde está el disputador de este siglo? ¿No ha enloquecido Dios la sabiduría del mundo?” (1 Corintios 1:20). El conocimiento de la humanidad ha aumentado en esta era, pero la sabiduría no.
Nuestro Padre celestial sabía que este sería el caso y por eso nos dio la Biblia que contiene conocimiento esencial, especialmente en los "Libros de la Sabiduría", que incluyen Job, Proverbios, Eclesiastés y algunos de los Salmos. En el idioma hebreo, la palabra traducida como "sabiduría" significa "habilidades para la vida", lo que nos da una idea del propósito de la sabiduría.
¿Qué es la sabiduría? El Diccionario Merriam-Webster afirma que es la capacidad de discernir: tener buen sentido y juicio.
Proverbios 4:5 instruye: “¡Adquiere sabiduría, adquiere inteligencia; no te olvides ni te apartes de las razones de mi boca!". El versículo 7 dice: “Sabiduría, ante todo; adquiere sabiduría; y sobre todas tus posesiones adquiere inteligencia”. Pero, ¿dónde la encontramos? El patriarca Job lo sabía. Mas ¿dónde se hallará la sabiduría? ¿Dónde está el lugar de la inteligencia? ... "He aquí que el temor del Señor es la sabiduría, y el apartarse del mal, la inteligencia" (Job 28:12, 28).
Antiguamente, Dios por medio de Moisés dio las siguientes instrucciones: "Ahora, pues, oh Israel, oye los estatutos y decretos que yo os enseño, para que los ejecutéis... porque esta es vuestra sabiduría y vuestra inteligencia ante los ojos de los pueblos, los cuales oirán todos estos estatutos, y dirán: Ciertamente pueblo sabio y entendido, nación grande es esta. Porque ¿qué nación grande hay que tenga dioses tan cercanos a ellos como lo está el Eterno nuestro Dios en todo cuanto le pedimos?" (Deuteronomio 4:1, 6–7).
El libro de los Proverbios, una colección de los dichos de Salomón, contiene sabiduría basada en la aplicación práctica de los mandamientos, estatutos y juicios a los que Moisés se refirió. El libro comienza declarando su propósito: “Para entender sabiduría y doctrina para conocer razones prudentes, para recibir el consejo de prudencia, justicia, juicio y equidad; para dar sagacidad a los simples, y a los jóvenes inteligencia y cordura... El principio de la sabiduría es el temor al Eterno; los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza” (Proverbios 1:2–4, 7).
Quienes estudian estos proverbios se inspiran en las joyas de la sabiduría contenidas en ellos. ¿Es importante este conocimiento? El apóstol Pablo pensó lo mismo cuando escribió a los cristianos en Éfeso: "Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos" (Efesios 5:15-16). Todos necesitamos ayuda para adquirir sabiduría. Santiago, el hermano de Jesucristo, escribió: "Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada" (Santiago 1:5).
El patrón de comportamiento "necio" o imprudente se puede arreglar. Si uno estudia la Biblia, especialmente el libro de Proverbios, uno puede aprender las habilidades para vivir una vida abundante. Vale la pena el esfuerzo y estamos aquí para ayudar. El Curso Bíblico de El Mundo del Mañana, es una guía para el estudio de la Biblia de 24 lecciones; y está disponible en nuestro sitio web, de forma gratuita. Si desea recibir información bíblica sobre cómo navegar en el problemático mundo de hoy, asegúrese de hacer clic en este enlace y suscribirse a la revista El Mundo de Mañana