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En su famoso libro, El hombre en busca del sentido de la vida, el Dr. Viktor Frankl escribió sobre sus horribles experiencias como sobreviviente de los campos de concentración nazi. Frankl, psiquiatra, abordó su encarcelamiento con la mente analítica de un científico. Observó que los prisioneros que tenían un objetivo claro o una causa mayor que ellos mismos eran los que tenían más probabilidades de continuar y sobrevivir, incluso en medio de la brutalidad sádica y la privación cruel. Aquellos sin tal propósito probablemente perecerían. Frankl concluyó que, como observó el filósofo Nietzsche, “Aquel que tiene un por qué vivir es capaz de soportar casi cualquier cómo”.
Frankl, un individuo con bastante conocimiento de la fe judía, llegó a comprender algo que la Biblia deja muy claro. La palabra de Dios también demuestra este principio, preservando, para nuestra amonestación, las historias de personas que triunfaron y otras que fracasaron. Encontramos que el éxito duradero llegó a aquellos que estaban motivados por su deseo de amar, obedecer, servir a Dios y de buscar Su Reino. Aquellos que rechazaron los caminos de Dios, buscando sus propias metas egoístas temporales, finalmente fracasaron.
¿Qué tiene que ver esto con nosotros? Tenemos trabajos o carreras, responsabilidades familiares, obligaciones escolares, dificultades financieras que debemos enfrentar. Aunque hay bendiciones a lo largo del camino, la mayoría de las personas también tienen un vacío que les corroe por dentro. La pregunta, "¿Cuál es el propósito de todo esto?" viene a la mente en momentos de tranquilidad. La mayoría de nosotros finalmente aprendemos que las "cosas" no llenan el vacío. Las actividades y los placeres solo brindan una gratificación temporal, y aún la pregunta permanece: "¿Qué pasa cuando uno muere?" Esta pregunta sin respuesta causa mucha angustia y desesperación a millones de personas. Con la esperanza de responder a esta pregunta, el hombre ha ideado una variedad de religiones y credos basados en diferentes dioses míticos y conceptos filosóficos. Sin embargo, estas respuestas fabricadas por el hombre no satisfacen realmente. Incluso el “cristianismo convencional” ofrece respuestas que la Biblia en realidad no respalda y que no resultan satisfactorias.
Entonces, ¿hay alguna respuesta real? ¡Sí la hay! Hay una fuente confiable, que comienza desde el principio y avanza hasta el final de un gran plan que está siendo llevado a cabo por el Dios Creador. Aquellos que han entendido este plan, que han descubierto el propósito de su existencia y que han aprendido el camino de vida de Dios, no basado en tradiciones inventadas por el hombre, pueden enfrentar la vida con alegría y satisfacción, incluso en tiempos de dificultad. ¿Por qué? Porque, como el Dr. Frankl, se han dado cuenta de que nosotros, como seres humanos, tenemos una meta extraordinaria, una gran causa y una razón de existir, no una temporal o inventada que puede dejarnos decepcionados cuando falle, sino una perdurable que nos permite manejar incluso las pruebas más desafiantes de la vida con enfoque y propósito.
Jesucristo ofrece estas palabras de consuelo a los que están atribulados: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga” (Mateo 11:28-30). Aquellos que aceptan la invitación de Cristo y hacen los cambios necesarios en su vida para llevar el “yugo fácil” de Cristo, descubrirán por sí mismos que la verdadera vida cristiana los equipa para manejar la frustración y el estrés que plagan nuestro mundo. Como dijo el apóstol Pablo a los cristianos de Filipos: “Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús” (Filipenses 4:6-7).
¿Desea usted encontrarle sentido a su vida? ¿Anhela conocer el propósito por el cual Dios lo creó? Lea nuestro inspirador y alentador folleto, El misterio del destino humano, para descubrir lo que Dios tiene reservado para aquellos que le obedecen. Con la ayuda de Dios, su búsqueda tendrá éxito.