Libre de culpa | El Mundo de Mañana

Libre de culpa

Díganos lo que piensa de este artículo

¿A veces se siente acosado por sentimientos persistentes de culpa? ¿Se agitan en su interior sentimientos de ansiedad por haber hecho algo malo, lo que resulta en pensamientos de vergüenza e inferioridad? ¡Usted no está solo!

Pero ¿por qué tenemos que experimentar la culpa? El hecho es que la culpa juega un papel de vital importancia en el plan de Dios. ¿Cuál es ese papel y cómo debe usted lidiar con la culpa?

El Diccionario de la RAE define la culpa como: “omisión de la diligencia exigible a alguien, que implica que el hecho injusto o dañoso resultante motive su responsabilidad civil o penal”.

La culpa, por tanto, es una respuesta humana natural a la infracción de las leyes. Cuando un individuo infringe las leyes de tránsito, es culpable. Lo mismo se aplica a la gran ley de Dios: los Diez Mandamientos. Cuando una persona quebranta las leyes eternas de Dios, el resultado es la culpa. Después de la infracción de la ley, existe una responsabilidad. ¿Cuál es esa responsabilidad?

Hace unos 2.000 años el Verbo (Juan 1:1–3, 14), se despojó de su inmortalidad al nacer de una mujer y convertirse en Emanuel: Dios con nosotros. Este fue Jesucristo. Vino al mundo con varios propósitos, uno de los cuales fue sufrir una muerte lenta e ignominiosa en un madero a manos de seres humanos engañados. ¿Por qué razón? Para pagar la pena por todos y cada uno de los pecados cometidos por la humanidad.

En la Biblia leemos: “Por cuanto todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios” (Romanos 3:23). Esta es la triste realidad. Todos hemos pecado, y debido a que todos hemos pecado, todos hemos tenido parte en la muerte de nuestro Salvador Jesucristo. La culpa que surge cuando quebrantamos la ley de Dios está ahí porque somos responsables; con cada nuevo pecado agregamos más culpa debido a la responsabilidad que tenemos en la muerte de Cristo. Entonces, ¿qué podemos hacer para deshacernos de toda esta culpa que recae sobre nosotros por todos los pecados pasados?

La respuesta está en el mismo mensaje que Cristo vino a predicar. En Marcos 1:14-15 leemos: “Después que Juan fue encarcelado, Jesús vino a Galilea predicando el evangelio del reino de Dios, diciendo: El tiempo se ha cumplido, y el reino de Diose se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio”. Jesucristo predicó sobre el arrepentimiento. ¿Qué significa arrepentirse?

La palabra arrepentirse en el Nuevo Testamento se traduce de la palabra griega metanoeo. En la Concordancia Strong esta palabra significa "pensar diferente después, o reconsiderar (moralmente sentir compunción), o arrepentirse". Sólo después de un arrepentimiento sincero, desgarrador y profundo (una confesión total de pecado ante Dios) y la aceptación de Jesucristo como nuestro Salvador, la culpa, que se ha ido acumulando a lo largo de nuestras vidas, puede verdaderamente ser eliminada (Hechos 2:37-38).

La psicología enseña varios métodos para “superar” nuestro estado de culpa, pero la verdad es que somos culpables porque hemos pecado contra Dios. El rey David en el Salmo 51:1–4 oró: “Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia; conforme a la multitud de tus piedades borra mis rebeliones. Lávame más y más de mi maldad, y límpiame de mi pecado… Contra ti, contra ti solo he pecado, y he hecho lo malo delante de tus ojos; para que seas reconocido justo en tu palabra, y tenido por puro en tu juicio.”

En última instancia, nuestros pecados son contra Dios, y sólo acudiendo a Dios en oración podemos ser liberados de la responsabilidad que tenemos por la muerte de Cristo.

Si se siente culpable, acuda a Dios y clame por perdón, y recuerde que la culpa puede ser el primer paso en el camino hacia la libertad, lo que sería señal de que se preocupa lo suficiente como para cambiar y que no ha cometido un pecado verdaderamente imperdonable. Lea el Salmo 51, el salmo del arrepentimiento, y comience a buscar a Dios con todo su corazón. ¡Comience a actuar según la verdad que está aprendiendo por medio del programa y la revista El Mundo de Mañana y libérese del peso de la culpa!

Si este artículo le resultó útil, es posible que le interese el programa “5 pasos para conocer a Dios”, disponible aquí en ElMundodeMañana.org