Millones de abortos, ya no hay suficientes bebés | El Mundo de Mañana

Millones de abortos, ya no hay suficientes bebés

Díganos lo que piensa de este artículo

Las tasas de natalidad han estado disminuyendo durante décadas en numerosas naciones de todo el mundo, lo que representa una grave y creciente crisis demográfica. El 13 de mayo de 2024, el Wall Street Journal publicó un artículo titulado “De repente, no hay suficientes bebés. El mundo entero está alarmado”. El artículo comenzaba así: “El mundo se encuentra en un hito demográfico sorprendente. En algún momento, pronto, la tasa de fertilidad global caerá por debajo del punto necesario para mantener la población constante. Es posible que ya haya sucedido. La fertilidad está disminuyendo casi en todas partes, para las mujeres en todos los niveles de ingresos, educación y participación en la fuerza laboral. La caída de las tasas de natalidad tiene enormes implicaciones para la forma en que las personas viven, el crecimiento de las economías y la posición de las superpotencias del mundo”.

Muchas naciones y sus líderes reconocen el grave problema demográfico causado por la disminución de las tasas de natalidad, pero no abordan la raíz del problema. Tal vez la causa principal de la caída de la tasa de natalidad y la crisis demográfica resultante es que decenas de millones de bebés mueren cada año en todo el mundo antes de nacer, lo que provoca una reducción en la tasa de natalidad. Es desgarrador que estos millones de bebés mueran porque la gente los mata. Este es el estado actual de la abominable práctica llamada aborto, que significa “privación del nacimiento”.

Hay otros factores que contribuyen al enorme problema de la falta de bebés, como la propagación de estilos de vida que destruyen el modelo bíblico de la familia, que da origen a los hijos. Pero ninguno contribuye tan directamente a este problema como el asesinato intencional de millones de bebés antes de su nacimiento.

Consideremos las siguientes estadísticas desgarradoras. Según un estudio publicado en The Lancet, entre 2015 y 2019, se produjeron en todo el mundo un promedio de 73 millones de abortos al año. En comparación, nacieron aproximadamente 134 millones de bebés (OurWorldinData.org). Cuantas personas mueren cada año y cuantas nacen cada año? Esto significa que, en promedio, alrededor del 35 por ciento de todos los bebés no nacidos fueron abortados deliberadamente. Claramente, el aborto es una de las principales causas de que nazcan muy pocos bebés.

El aborto es un ejemplo perfecto de la relevancia y la verdad de las declaraciones proféticas del apóstol Pablo en 2 Timoteo 3:1-5 “También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos. Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios, que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a éstos evita”.

Pablo comenzó esta lista, que describe muy bien a muchas sociedades actuales, diciendo que las personas serán “amadoras de sí mismas”. El amor a uno mismo en lugar del amor a tener descendencia es una de las grandes causas de los abortos. Observe cómo Pablo describe que las personas serían amadoras de sí mismas, del dinero y del placer, y que continúan sin amar a Dios y a los demás; la descripción perfecta de los motivos que tienen aquellos que defienden el aborto. El Sr. Gerald Weston describió perspicazmente el egoísmo desenfrenado como una causa de la implosión demográfica (lo que significa tasas de natalidad en rápido descenso y esperanzas de vida cada vez menores) en muchas partes del mundo en un artículo del 2007 de la revista de El Mundo de Mañana en inglés titulado “No tantos como solíamos ser”.

Entonces, ¿por qué los niños han caído en desgracia ante la actual generación de europeos, canadienses, rusos y japoneses? No hay una sola causa que lo explique. Nuestra sed por la “buena vida” (definida por la adquisición de cosas materiales) nos ha engañado y nos ha llevado a estar demasiado ocupados, demasiado absortos en nosotros mismos y demasiado ocupados con nosotros mismos. En resumen, nos hemos vuelto demasiado egoístas para querer estar atados a “nuestros bebes” y nuestros “pequeñitos”. Los adultos de hoy han elegido sus propios juguetes en lugar de a los niños y a sus juguetes (énfasis añadido).

Vivimos en una época en la que uno de los pensamientos más comunes es: “mis derechos”, “mi cuerpo” y “mi elección”, que se pronuncian repetidamente al poderoso y popular dios falso al que nos referimos como “Mi” o “Yo”. Es horrible que millones de bebés no nacidos sean sacrificados a ese dios, de forma muy similar a los antiguos sacrificios al dios pagano Moloch. El camino del egoísmo, de obtener más para uno mismo antes de dar a los demás, es lo opuesto al camino de Dios, que enseña el camino de la responsabilidad, la entrega y la preocupación desbordante (Filipenses 2:3-5).

Que todos los cristianos oren a menudo: “Venga tu reino”, pidiendo a Dios que Jesucristo regrese pronto, para aplastar esta forma moderna de sacrificio de niños y restaurar el amor de los padres por sus preciosos bebés.

Para tener más sobre información sobre el deterioro de la cultura y la moralidad occidental, solicite nuestro DVD gratuito “Una cultura en crisis” y lea “Consecuencias de la disminución de la población europea”