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La supresión de la verdad se presenta de muchas formas, como silenciar, censurar, encubrir, boicotear, segregar e incluso "cancelar". Escuchamos mucho sobre la transparencia, pero lamentablemente, esta falta muy a menudo en las palabras y en las actividades de las empresas, el gobierno, los medios de comunicación y las relaciones personales. ¿Por qué "suprimimos la verdad"?
Una de las cosas desconcertantes de la naturaleza humana es nuestra propensión a mentir. Los psicólogos han estudiado este fenómeno y han postulado varias razones para mentir. Las razones principales son para la autoprotección o para apoyar el ego (salvar las apariencias), para evitar pérdidas o hacernos parecer mejores de lo que realmente somos. Mentimos para evitar el castigo o la vergüenza. Mentimos para evitar herir los sentimientos de un ser querido. Podemos mentir para manipular o intimidar a otros para sacar provecho (Proverbios 26:18-25). Incluso nos engañamos a nosotros mismos para evitar enfrentar verdades desagradables (Jeremías 17: 9).
Todas estas son formas de suprimir la verdad. Lo vemos todos los días en declaraciones “extraoficiales" de fuentes anónimas. Lo vemos en un "giro" o manipulación sesgada de los hechos, "puntos de conversación" partidistas, ofuscación, declaraciones evasivas donde algunos le "pasan la pelota" a otro. También vemos declaraciones burlonas, insultos, acusaciones y amenazas que se utilizan para evitar admitir la verdad. Empresas, políticos, agencias gubernamentales, medios de comunicación, redes sociales, todos participan en la supresión de la verdad.
En algunos casos, decir la verdad está criminalizado, especialmente en regímenes represivos en todo el mundo. Los “denunciantes” han sido encarcelados o algo peor. La historia está plagada de historias de aquellos que se atrevieron a decir la verdad y sufrieron las consecuencias del encarcelamiento, la tortura e incluso la muerte. Muchos eran siervos del Dios Todopoderoso, y el más significativo de todos fue Jesucristo, el Hijo de Dios.
Decir la verdad en vez de mentir es un tema importante en la Biblia. Uno de los Diez Mandamientos prohíbe mentir o dar “falso testimonio” (Éxodo 20:16). Satanás es el mentiroso original (Juan 8:44). Las mentiras de Satanás a Eva suprimieron la verdad que Dios había revelado (Génesis 3:4-5).
Las mentiras tienen consecuencias devastadoras y duraderas (Génesis 3:12-19). Muchas son terriblemente costosas, cuestan a las empresas, al gobierno y al público miles de millones de dólares, y al mismo tiempo nos afectan a todos, no solo en dinero sino también en daño emocional e incluso en la pérdida de vidas.
Hay tensiones y cambios fisiológicos que tienen lugar en varias partes del cerebro cuando mentimos. Esto no sucede cuando decimos la verdad. Suprimir la verdad tiene grandes consecuencias, y a menudo hay una consecuencia que ocurre tanto para aquellos que mienten como para aquellos a los que se les miente. Isaías denunció que "la verdad tropezó en la plaza " y que "la verdad fue detenida" ya que, "el que se apartó del mal fue puesto en prisión" (Isaías 59:14-15).
La epístola a los Romanos habla de aquellos que “detienen con injusticia la verdad” y “que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador” (Romanos 1:18, 25). Pedro dijo que “muchos seguirán sus disoluciones, por causa de los cuales el camino de la verdad será blasfemado” (2 Pedro 2:2). Y Pablo advirtió a Timoteo que “en los postreros días vendrán tiempos peligrosos” y que la humanidad “resistirá a la verdad” y “apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas” (2 Timoteo 3:1, 8; 4:4).
¿Estará usted entre ellos? ¿O a cambio aprenderá y practicará la verdad? La decisión es suya.
Se ha suprimido la verdad del camino de Dios. Los artículos de la revista El Mundo de Mañana "Donde encontrar la verdadera educación" y "¿Se acerca el hambre por la Palabra de Dios?" pueden ser de su interés, así como el Programa "Cinco pasos para conocer a Dios".