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Hace un par de años, estuve hablando con un caballero que me contó sobre una tradición en su familia que vendría a contribuir a algunas de las tradiciones de mi propia familia. ¡El me explicó que su madre leía libros en voz alta a la familia durante la cena! Esto puso en acción un proceso de pensamiento que cambiaría la dinámica de la cena en mi propia familia.
Como padre de cuatro niños pequeños, comencé a reconsiderar las preguntas: ¿Cómo me estoy desempeñando con mi familia?, ¿Qué estamos haciendo mi esposa y yo para preparar a nuestros hijos para su futuro? ¿Estamos utilizando la hora de la cena como una herramienta para construir nuestra familia?
Al buscar respuestas, encontré este interesante comentario en una publicación de una agencia del Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos: "Para muchas familias, cenar juntos es un arte que se ha perdido, pero resulta ser una manera simple y efectiva de reducir el riesgo de abuso de sustancias entre los jóvenes y criar hijos más sanos...Cenar juntos todas las noches mantiene abiertas las puertas de la comunicación. Es el momento y el lugar perfecto para volver a conectarse y mostrarle a sus hijos que son su prioridad. Sentarse al otro lado de la mesa es donde y cuando se puede informar mejor sobre los gustos, las antipatías y la vida cotidiana de sus hijos. Tener esta información puede ayudarlo a orientar a sus hijos hacia actividades y comportamientos positivos, reduciendo la probabilidad de que se involucren con el alcohol, el tabaco y/o drogas ilegales ".
Alix Spiegel, en un informe de Morning Edition del 7 de febrero de 2008 de la NPR, informó que no es tanto la cena en sí lo que causa tales efectos positivos. Ella explica que está más vinculado a la "calidad de la conversación" durante las comidas lo que es más importante que el "contenido de la cena". Las familias que se beneficiaron más de comer juntas fueron aquellas que mantuvieron "conversaciones complejas, ricas en explicaciones, historias y más".
A través de los ejemplos de otros, mi esposa y yo hemos aprendido la importancia de dirigir la conversación durante la cena. Esto se puede hacer haciendo preguntas simples de cómo nos fue en el día. Aún más, la conversación se puede estimular haciendo preguntas que "pongan a prueba" a nuestros hijos, permitiendo así que piensen y analicen. Al hacerles preguntas, permitimos que nuestros niños pongan su imaginación en funcionamiento, articulen sus pensamientos y se expresen. Y como padres, podemos aprender más sobre ellos.
Leer libros juntos, después de una buena conversación, también puede ayudar a dirigir en forma positiva este tiempo vital para la familia. Proporciona una plataforma maravillosa para que nuestros niños hagan preguntas sobre palabras o situaciones que no entienden, y también fomenta la interacción significativa entre los miembros de la familia. A través de los libros, aprenderán sobre personas y lugares de los que quizás no hayan aprendido aún. ¡Compartir este tiempo de calidad con sus hijos puede ayudarlos a desarrollar su imaginación y pensamientos en la dirección que desea que vayan!
Al proporcionar una plataforma reflexiva y productiva para que los miembros de la familia interactúen durante la hora de la cena, estamos sentando las bases de la felicidad y el éxito de nuestros hijos. Al desafiar a nuestros hijos a través de conversaciones y lecturas que invitan a la reflexión durante o después de la cena, estamos ayudando a formar su futuro.
Criar hijos es una de las mejores oportunidades que se les da a los padres en esta vida. Puede ser una de las partes más desafiantes y gratificantes de la vida. Dios requiere que hagamos todo lo posible para levantar una "descendencia para Dios" (Malaquías 2:15). Los estamos preparando para cumplir su mayor potencial. Como padres y madres, ¡esta es nuestra responsabilidad!
En su folleto, Por qué es tan difícil criar hijos, el Dr. Jeffrey Fall observa: "la meta es sentar las bases durante los primeros años de sus hijos, los años de formación, para que ellos siempre deseen buscar a Dios como su Padre."(p.2).
Si ha leído el artículo de El Mundo de Mañana escrito por Dexter Wakefield, Dios está creando una familia, usted ha visto el propósito por el cual Dios creó a la familia, ¡y ha entendido que nuestros hijos tienen un futuro increíble por delante! Nos ha sido encomendada ¡la emocionante oportunidad y la responsabilidad de prepararlos!