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"¿Has oído hablar de tal y tal?" Los oídos se animan, las cabezas giran y se capta la atención cuando escuchamos esas palabras. Sabemos que estamos a punto de escuchar algo privado y escandaloso sobre alguien que conocemos. Los psicólogos dicen que el chisme tiene orígenes evolutivos en nuestros antepasados prehistóricos y lo que permitió que los hombres de las cavernas, e incluso sus supuestos ancestros primates, sobrevivieran. ¿Cuáles son los hechos reales sobre el chisme?
En las últimas dos décadas, los psicólogos han estudiado el tema del chisme. Naturalmente, como muchos otros campos de la ciencia, el enfoque adoptado es desde la perspectiva de la evolución. Se especula que, en el pasado remoto, los humanos vivían en pequeños grupos y rara vez se encontraban con extraños. Se dice que el chisme es una adaptación evolutiva que permitió a nuestros antepasados sobrevivir en ambientes prehistóricos. Se dice que la búsqueda popular e interminable de celebridades es un resultado inevitable de la colisión entre los medios informativos del siglo XXI y las mentes de la Edad de Piedra.
Por ejemplo, Robin Dunbar, Director del Instituto de Antropología Cognitiva y Evolutiva de la Universidad de Oxford, y anteriormente Profesor de Psicología Evolutiva en la Universidad de Liverpool, escribió un libro titulado Acicalamiento, chisme y evolución del lenguaje. Sugiere que el chisme es un mecanismo para vincular grupos sociales análogos al acicalamiento que se encuentra en los primates. ¡Así que supongo que es por eso que el chisme a menudo se centra en encontrar pequeñas fallas!
Los psicólogos evolucionistas sospechan que han tropezado con un aspecto vital de la naturaleza humana cuando la comparten las personas a través del tiempo y las culturas. Concluyen que se convirtió en parte de nuestra naturaleza humana a través de la evolución. Aunque se admite que puede parecer un poco exagerado, dicen que nuestros antepasados prehistóricos vivían en pequeños grupos y se conocían todos, por lo que era necesario cooperar, y cuando se trataba de recursos disponibles, tenían que adaptarse. Se pensaba que el chisme era necesario para recordar quién cooperaba y quién no, y en quién se podía confiar y en quién no. Se concluye que el chisme tuvo que haber evolucionado para compartir esta información. Así que la evolución "equipó" a los hombres y mujeres de las cavernas con la capacidad de chismorrear, "seleccionando" a aquellos que habían desarrollado esta habilidad. Los que practicaban el chisme sobrevivieron y los no chismosos no sobrevivieron, y creo que es por eso que hay tanto chisme hoy.
¿Es esto ciencia?
Parece que el método científico de recopilar datos, especialmente sobre la "evolución", se perdió en el camino, ya que todo parece ser solo una gran especulación. Quizás los hechos y la evidencia no son importantes en este tema ya que tampoco son importantes cuando se trata de chismorrear.
¿Cuál es el resultado del chisme? En el lugar de trabajo, el chisme resulta en pérdida de tiempo, hiere sentimientos y da vergüenza, reputaciones dañadas y división o fraccionamientos. En grupos sociales y familias, las consecuencias negativas son muy similares. Proverbios 18:8 dice: "Las palabras del chismoso son como bocados suaves, y penetran hasta las entrañas." En la epístola de Pablo a los Romanos, menciona a los que no quieren retener a Dios en su conocimiento. Incluye murmuradores, detractores, aborrecedores de Dios, con una lista de otros pecados, y concluye diciendo que aquellos que cometen tales pecados son dignos de muerte (Romanos 1:28-32).
Me parece un tema serio.
El libro de Proverbios nos da sabiduría sobre el tema. En Proverbios 11:13 dice que el que anda en chismes descubre el secreto; mas el de espíritu fiel lo guarda todo. Un portador de cuentos revela secretos, pero uno que tiene un espíritu fiel oculta un asunto. Si estamos tratando de practicar el principio de amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos, ¿no deberíamos tomar este enfoque, y no transmitir chismes ociosos? Y un consejo adicional de las Escrituras dice que ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes. (Efesios 4:29).
Obviamente, si estamos involucramos en chismes, tenemos que cambiar. Para más información sobre este importante tema, lea el artículo ¡Que nuestras palabras no sean palos y piedras!