¡Retenga la verdad! | El Mundo de Mañana

¡Retenga la verdad!

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Un cálido saludo a los suscriptores de El Mundo de Mañana. Nuestro jefe de redacción, el doctor Roderick C. Meredith, me pidió que escribiera este mensaje "personal" mientras él trabaja en otros proyectos de redacción y prepara unos próximos viajes.

Aunque en junio de este año cumplió 83 años, el doctor Meredith continúa trabajando a un ritmo que sería difícil para muchos hombres más jóvenes. Su ejemplo de "dar el todo" a la obra de Dios es un motivo constante de inspiración y aliento. Al mismo tiempo él sabe que no lo hace solo, y le gusta animar al personal de El Mundo de Mañana con estas palabras del apóstol Pablo: "Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo" (1 Corintios 11:1). Jesucristo dedicó su vida a la predicación del verdadero mensaje del evangelio que Dios Padre le había dado, y eso mismo es lo que el doctor Meredith y todos los demás, en El Mundo de Mañana, procuramos hacer.

Como saben algunos de nuestros lectores, el doctor Meredith creció en Joplin, Misuri. Vivió la era de la gran depresión en los Estados Unidos, seguida por un enorme resurgimiento de la unidad nacional estimulado por la Segunda Guerra Mundial. Recuerda un país donde, pese a la confusión religiosa reinante, había acuerdo casi total respecto de la importancia de los "valores bíblicos". Muchos de los que leen esta revista también recordarán que hasta hace poco, nuestra sociedad todavía aceptaba los diez mandamientos como norma de conducta humana honorable. La fornicación y el adulterio eran motivos de vergüenza. El hombre que codiciara a la esposa de otro, o la esposa que codiciara al esposo de otra, perdía su buen nombre ante toda la sociedad.

Rechazo a las normas imperantes

Hoy, en cambio, millones de personas han rechazado estas normas milenarias. Consideremos este informe del escritor Ben Wolfgang del diario Washington Times:

"Por tercera vez en el último año, más del 50 por ciento de los estadounidenses dicen que respaldan el matrimonio entre personas del mismo sexo, según afirma la última encuesta de Gallup, publicada el lunes 13 de mayo.

La cifra señala un cambio notorio en las actitudes del público en los últimos dos decenios. En 1996, solo el 27 por ciento de los estadounidenses decían respaldar el matrimonio entre personas del mismo sexo. Y hace escasos tres años, la cifra era del 44 por ciento, según indica la encuesta.

Las encuestas más recientes, en mayo del 2011, noviembre del 2011 y la del lunes 13 de mayo del 2013, han elevado la cifra al 53 por ciento, más alta que nunca.

El cambio lo han impulsado principalmente los jóvenes. La encuesta del lunes 13 de mayo muestra que el 70 por ciento de los jóvenes entre los 18 y 29 años de edad aprueban tales matrimonios. En 1996, eran solo el 41 por ciento, y en el 2010 solo el 52 por ciento. El apoyo al matrimonio entre personas del mismo sexo se sitúa firmemente sobre el 50 por ciento, según la encuesta" (13 de mayo del 2013)

Gallup informa que mientras una mayoría de los estadounidenses apoyan el matrimonio entre personas del mismo sexo, son aun más los que creen que la mayoría sigue oponiéndose a esa práctica.

"Al inquirir su impresión de lo que piensan la mayoría de los estadounidenses, el 63 por ciento cree que el público se opone al matrimonio gay y el 30 por ciento dice que la mayoría lo favorece. Estos datos sugieren que cierto segmento de los estadounidenses que respaldan el matrimonio gay se creen en minoría, cuando en realidad son la mayoría" (Ibídem).

¿Cómo fue que la sociedad se apresuró tanto a aceptar la conducta homosexual como algo normal, y el matrimonio entre personas del mismo sexo como algo no solo tolerable sino aun deseable? Como lo ha señalado el doctor Meredith en un artículo, los activistas del homosexualismo han realizado una campaña concertada para plantear el tema en términos favorables para su causa. Muchas personas cuya opinión tiene mucho peso en la sociedad, entre ellas el presidente estadounidenses Barack Obama, hablan ahora en términos favorables al matrimonio gay.

¿Tácticas maquiavélicas?

El año 2013 marca los 500 años desde que se publicó un librito fascinante, el cual ha moldeado el pensamiento político moderno desde que salió a la luz: El príncipe, de Nicolás Maquiavelo, planteó una fórmula para gobernar que unos han elogiado como brillante y otros han denunciado como cínica y aún maligna. ¿Cómo ha moldeado al mundo modernoEl príncipe? ¿Se encontrarán tácticas "maquiavélicas" en la campaña reciente por legalizar el matrimonio gay? Y lo que es más importante, ¿cuál "Príncipe" ha planteado las normas de gobierno que sí traerán el éxito verdadero? No deje de leer el importante artículo del señor Dexter Wakefield en la página 14 de esta edición.

Cuando pensamos en los muchos males que aquejan a nuestra sociedad, es fácil perder el ánimo y dejarse descorazonar. Por eso, es más importante que nunca que retengamos la perspectiva del "gran panorama". ¿Cuál es, entonces, el "panorama" para nosotros como cristianos? Que si nos servimos del Espíritu Santo que Dios nos ha dado en el bautismo, y si nos sometemos a Cristo con obediencia y perduramos hasta el fin (Mateo 24:13), ¡vamos a recibir una recompensa gloriosa!

Muchos que dicen creer en Jesucristo tienen, sin embargo, una idea apenas vaga de lo que ocurrirá después de la muerte. Unos piensan que tendrán que pasar algunos años en el "purgatorio" para pagar la pena por los pecados menores de los cuales no se hayan arrepentido, antes de ingresar en la "visión beatífica" de Dios. Otros creen que van a fijar sus ojos pasivos en su Salvador eternamente, o que no harán más que tocar arpas de alabanza y "deambular por el Cielo todo el día" entre las nubes. Muchos reconocen que sencillamente no tienen la menor idea.

¡La gloriosa verdad!

¡La verdad de nuestro destino es mucho más extraordinaria de lo que nos hemos imaginado! Como explico en mi artículo de la página siguiente en este número: ¡Más allá de la muerte!, el destino final de los cristianos no es solamente gobernar bajo Jesucristo en su Reino, sino además, cuando todos los seres humanos hayan recibido la oportunidad de salvación y se hayan sometido al juicio, gobernar el Universo entero como miembros de la Familia de Dios. Esta es una verdad increíble que muy pocos pueden entender, ¡aunque se encuentra claramente expuesta en las páginas de la Biblia!

Estimado lector, espero que reflexione atentamente sobre cada uno de los artículos de este número. Deben animar, motivar e inspirarlo en su empeño por acercarse más a Dios. Si usted todavía no se ha comprometido con Dios mediante el bautismo conforme a las instrucciones bíblicas, pero reconoce que debe empezar a vivir conforme a las verdades explicadas en esta revista, le recomiendo comunicarse con la oficina regional más cercana entre las que aparecen en la página 2 de esta revista. Lo pondremos en contacto con uno de nuestros representantes, quien le brindará la consejería necesaria para su compromiso con nuestro Salvador. No puede haber nada más importante para su llamado como uno de los "primeros frutos" de Dios en esta era.

Lamentablemente, observando en el mundo que nos rodea, es evidente que son relativamente pocos los que están siendo llamados en este tiempo. Pero si usted ha recibido la verdad de Dios, ¡reténgala con todas sus fuerzas. (Apocalipsis 3:11). Y si usted es uno de los pocos a quienes Dios está llamando a su verdad, no lo dude: ¡Actúe sin perder tiempo conforme a la verdad que está comenzando a entender!

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