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El Financial Times presenta un caso grave a causa del impacto de la pandemia actual: “No es exagerado decir que la industria petrolera enfrenta la crisis más grave de los últimos 100 años” (24 de marzo de 2020). Mientras muchos ciudadanos de las naciones industrializadas se acostumbran a la vida en sus casas, los viajes por tierra, mar y aire han disminuido drásticamente. Los expertos estiman que entre el 10 y el 25 por ciento del consumo mundial de petróleo podría desaparecer en los próximos meses. Esto impactará fuertemente a una industria en la que la oferta y la demanda fluctúan de manera salvaje y dramática.
A medida que Rusia y Arabia Saudita continúen produciendo petróleo a niveles extremadamente altos, sus políticas solo magnificarán el problema. Las instalaciones de almacenamiento se están llenando con exceso de suministros y los superpetroleros se han visto obligados a entrar en servicio como instalaciones de almacenamiento adicionales. El almacenamiento mundial de petróleo alcanzará su capacidad máxima durante el verano. Según el informe en el Financial Times: “El respiro solamente llegará una vez que la producción de petróleo más cara comience a detenerse, o que los productores más débiles quiebren... Si las perspectivas a corto plazo para la industria son, francamente, un infierno, posiblemente las perspectivas a largo plazo no sean mucho mejores. La pandemia podría dejar una marca en el ya disparejo crecimiento de la demanda de petróleo. Los viajes internacionales tardarán en recuperarse. Las empresas y los empleados que se adapten con éxito al trabajo desde la casa, probablemente lo conviertan en una parte importante de su futuro, lo que mantendrá más autos fuera de las carreteras”. Las economías que dependen de los ingresos del petróleo, incluidos Nigeria e Irak, sufrirán mucho. Y a medida que la industria petrolera disminuya, también lo harán sus subsidiarias, a través del “efecto de goteo”.
Las profecías declaran que se avecina un período en el que el mundo estará en caos, las viejas alianzas y las configuraciones políticas serán modificadas, y una poderosa superpotencia será quebrantada y humillada. Si bien el petróleo ha proporcionado un camino poderoso hacia la riqueza y la influencia en nuestro mundo moderno, ¡no hay seguridad para ninguna potencia mundial, pequeña o grande, que no reconozca la soberanía del Todopoderoso! Para más información sobre las razones detrás de los crecientes problemas nacionales y mundiales y cómo se resolverán, lean “Auge y caída de las naciones”